El titulo de esta entrada
podría ser la exclamación de cualquier niño promedio del estado plurinacional,
multicolor, poliglota, multipropósito y cualquier otra adjetivación que no se
encuentra precisamente consagrada en la nueva constitución de 2008.
La desventura de esos
niños receptores del único regalo del estado que se precia de socialista, es la
recepción de una dadiva asistencialista (200 Bs), con el objetivo de mermar la
deserción escolar, bautizando alegóricamente a esta subvención, con el diminutivo
del tamborilero del Regimiento I Colorados de
Bolivia durante la Guerra del Pacífico.
Sin embargo es
cuestionable la limitación de este obsequio tan generoso del tesoro general de
la nación, proveniente de la “coerción estatal” (Von Mises,
Mentalidad Anticapitalista). Dicho cuestionamiento tiene que ver con
que los estados socialistas (como
la inclinada Cuba) se precian de tener una educación gratuita y de
“primer nivel” vericable a través de pruebas serias como la de PISA. Sin
embargo a través de un chanfle criollo el ex “Magnifico Rector” de la UMSA y ahora ministro vitalicio de
educación Roberto Aguilar, salió con que el estado plurinacional no participa
de la misma porque se trata de una "'imposición
neoliberal''. Señalando además que "'Bolivia no permitirá el test
PISA como condicionamiento del desarrollo educativo'' y que el país construirá
"'sus
propios modelos'' de evaluación.
Lejos estamos de
equipararnos con la educación de primer nivel como el caso
de Finlandia, donde se hace evidente un leitmotiv
educacional, dado que el hijo de un doctor estudia junto al hijo de un albañil
sin mayores reparos (Iguales
condiciones de partida), sin embargo por estas latitudes sureñas, la
educación elitista recibida por el vicepresidente, en el colegio San Agustín,
dista abismalmente de la educación rural recibida por el presidente vitalicio
en Orinoca, tal brecha continua vigente o quizá se acentúa mas.
El regalo de una mejor
educación se hace cada vez más lejana, cuando el estado pretende un engaño
masivo a través del espejismo de la otorgación de tablet`s, que en última
instancia terminan siendo un mero accesorio dado que el PROFOCOM, no le da al
normalista la experticia en el manejo de tan potente herramienta (TIC).
El Programa de Formación Complementaria para “Maestras” y “Maestros”, tan solo termina siendo una mera formalidad para otorgarle el grado de licenciatura al profesor normalista, he aquí la cuestión fundamental y mi propuesta personal. Dado que se reconoce al “Maestro Licenciado” (No estoy tratando de concatenar grados académicos) también se debería actuar en consecuencia y declarar profesión libre a esta sublime y delicada labor, pues convencido estoy de que no existe mejor escudo para una nación que su educación.
Este obsequio no necesita
de una fecha navideña o de la gentileza del viejito pascuero, simplemente
requiere de una política seria de estado que le obsequie una educación de verdad
a nuestra sociedad.