Podría
comenzar estableciendo que ningún ser humano elige su país, clase social,
coeficiente intelectual y mucho menos a sus progenitores. Esos mismo hombres
terminaran constituyendo naciones,
que en el caso boliviano son plurinacionalidades, o en términos reales ninguna
(pues solo somos en términos criollos un cha`jchu o si se quiere mestizos) ya que
solo constituimos una sociedad
abigarrada.
Esa
sociedad que situada a la par de la pirámide de necesidades de Abraham Maslow, tan
solo ocuparía la base ancha, pues no supera la siguiente triada o
legado del
mal: intoxicación, reproducción y digestión, todas
ellas necesidades fisiológicas que son
la máxima aspiración en la economía de
supervivencia criolla, que no puede aspirar a la trascendencia (autorrealizacion).
El componente de simulación se encuentra impregnado en la totalidad de ambitos, incluido el académico, pues las casas superiores de estudios mantienen una estructura que sigue anclada en el siglo XVIII, perviviendo la estructura planteada por el liberal prusiano Von Humboldt, en nuestras universidades terminamos simulando (tanto universitari@s, como docentes), de igual forma que en el ámbito publico la totalidad de funcionarios terminan simulando su trabajo, pues no se aplican indicadores, que midan su desempeño y los pocos existentes, como el caso de las ejecuciones presupuestarias, terminan archivadas para cumplir con la formalidad de la estadística.
He
aquí una de la razones que propicia nuestro eterno socavon
de angustia, que se viene ahondando por la subida al trono (neomonarca)
de un presidente vitalicio, cuya máxima formación la recibió licenciándose en un
cuartel de polvorines.
En términos coloquiales esta sociedad abigarrada, no puede tener mayores
exigencias para con sus representantes pues en definitiva cada país,
departamento, municipio, universidad, facultad, carrera, barrio, O.T.B., etc. tiene los
gobernantes (dirigentes) que se merece.
Dado
este contexto, parece ser que nuestra riqueza de recursos naturales, no tiene una relación directa con una riqueza de recursos humanos, pues estos ultimos forman
parte de un pueblo enfermo tal cual el diagnostico de Alcides
Arguedas en 1914 cuya enfermedad terminal es el Alzheimer, propiciándose de esta forma una sociedad con una falta de
memoria histórica, que desemboca en una historia cíclica que
genero entre otras cosas:
Tres
nacionalizaciones en la decada de los 30`s, durante el mandato de José David Toro Ruilova,
en la decada de los 60`s, durante la presidencia de Alfredo
Ovando Candía y el 2006 durante
el régimen del presidente vitalicio Juan
Evo Morales Ayma.
Dos
periodos de "bonanza económica" (En los 70`s durante el mandato
de Hugo Banzer Suarez y el segundo en el primer y segundo mandato del
presidente vitalicio) fruto de la alta cotización de materias primas,
dado el modelo primario exportador del cual este país nunca pudo
salir, estos periodos constituyen sin duda una demostración empírica de
la tesis de la maldición de
los recursos naturales, misma que fue planteada por Jeffrey D. Sachs y Joseph
E. Stiglitz.
Un
caudillo populista y patriotero, si ayer lo fue el tata Belzu hoy quizá recaiga
tal envestidura en el ahora tata Evo, siendo que este ultimo
cuadra perfectamente en el índice
facho planteado por Juan Claudio Lechin Weise de todo fascista enmascarado.
La
conclusión final podría ser: en la sociedad de la macro simulación existen recursos
naturales y nada más que recursos naturales (simplemente se simulo un "desarrollo económico"), si en la colonia fue el oro, en
los albores de la república fue el estaño, en el estado
plurinacional fueron los hidrocarburos y seguramente mañana serán el litio del
salar o el hierro del mutún.
El autor es un aprendiz de todo y maestro de nada
Twitter: @VonMoscov
El autor es un aprendiz de todo y maestro de nada
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