Mi tesis principal sostiene que las
corrientes del indianismo y del katarismo, así como las versiones
contemporáneas del populismo aclimatadas a estas tierras son fundamentalmente reacias
a poner en duda sus propios principios y valores de orientación, sus creencias
históricas y sus visiones del futuro. En una palabra estas ideas por mas
profundas y queridas que sean, no generan un conocimiento científico genuino, los
que hablan sobre todo en nombre de las etnias indígenas del país desdeñan el
principio del autoanálisis y tienden mas bien a consolidar y revigorizar un
fundamento doctrinario, que no ha pasado por el tamis del cuestionamiento, que es
exponerse a la opinión y a la crítica de los otros.
Sostengo que la vida social y
política nos depara sorpresas, porque no transcurre según esquemas fijados de
antemano o de acuerdo a leyes inexorables del desarrollo histórico como creen
todavía los marxistas, lo que paso con el colapso del sistema socialista a
nivel mundial en 1989 o lo que sucede actualmente con el éxito económico y
comercial de carácter capitalista en países oficialmente comunistas como China
y Vietnam nos muestra en el fondo la poca capacidad explicativa de doctrinas
dogmáticas, si se me permite una hipótesis concluyente, yo diría que los no
notables edificios teóricos basados en ideas socialistas y también en ideas
comentaristas indianistas, no han resistido la prueba de los tiempos y no creo
que tengan una capacidad explicativa de gran eficacia para comprender la
compleja realidad de hoy, nuestros intelectuales progresistas se inclinan a
descubrir aspectos revolucionarios y por lo tanto positivos en las tradiciones
populares indígenas y en las doctrinas como la que hemos visto que atacan el
legado europeo occidental, creo que es útil y provechoso invertir la dirección
de este esfuerzo y por consiguiente analizar el posible, reitero posible
potencial conservador bajo el manto de tendencias revolucionarias e indianistas
supongo por ejemplo que el enaltecimiento indianista del orden prehispánico, como si este hubiera sido un paradigma de fraternidad y prosperidad, es una
clásica ideología que justifica como ejemplar un sistema social autoritario
jerárquico y poco innovador, como era el orden social del imperio incaico y muy
probablemente de las comunidades indígenas que no estaban bajo este imperio.
Se puede explicar toda esta temática
altamente teórica, con algunas menciones a la obra de Fausto reynaga el más
notable precursor del indianismo. Fausto hablo del odio volcánico que hierve en
el alma de mi raza como la genuina y profunda esperanza para la redención de
los indígenas, el estudio de las ideas reynaguistas es importante hoy en día, por que algunas de ellas han subsistido con notable persistencia en el
imaginario popular boliviano, por ejemplo la idea de que la colonia fue solo un
sistema cercano a la esclavitud, la concepción de que la política es un juego
de suma cero, osea lo que gano yo, es necesariamente lo que pierde el otro, la
idea de que la organización social y ética del mundo incaico era perfecta y sigue
y seguiría siendo la meta normativa de un posible futuro luminoso y también
pertenecen a esas ideas generalmente aceptadas por todos los bolivianos, que se
puede reducir a una cultura política relativamente autoritaria, todas
las encuestas de opinión publica darían el mismo resultado; una tendencia a muy
poca tolerancia con respecto al que piensa y actúa de otra manera y una
tendencia muy fácil a identificarse con el que habla a nuestro nombre sin saber
mucho que es lo que este dice.
Estimado publico por estas razones
creo yo que las teorías indianistas y kataristas son el fondo teorías
conservadoras que mantienen vivas convenciones que vienen de muy atrás
disimuladas hoy con el manto del marxismo o de teorías revolucionarias, como
hemos visto en los terrenos indispensables de la vida social, el reynaguismo no
es una modificación radical de lo que venía antes, sino es simplemente una
adaptación de la cultura occidental, a metas muy modestas de convivencia
humana, a objetivos yo diría muy limitados de progreso social, lo que hacen
indianistas y kataristas hoy en día no es otra cosa que reavivar como hemos
visto viejas concepciones sobre la maldad del otro, ósea del occidental del
español, del norteamericano, siempre agentes externos y nunca critican sus
propias carencias, sus propios modelos civilizatorios que no son ni
progresistas, ni socialistas, ni tienen nada que ver con las necesidades
actuales de los pueblos indígenas del país, producen por lo tanto, en el
sentido estrictamente académico una ideología clásica, es decir una
justificación de sus deseo de tomar el mando de hablar en nombre de los
explotados del país y de construir como siempre a sido la historia universal,
un régimen donde ellos estén a la cabeza y los explotados sigan teniendo el
privilegio de trabajar y sufrir.
Por Hugo Celso Felipe Mansilla Ferret
Por Hugo Celso Felipe Mansilla Ferret