Salvemos a Bolivia de la Escuela
O MEJOR DICHO
SALVEMOS A LA ESCUELA DE BOLIVIA
SALVEMOS A LA ESCUELA DE BOLIVIA
“Salvemos a Bolivia de la escuela”. Así se titulaba un impactante libro que hace unos 30 años escribió el gran investigador Don Mariano Baptista Gumucio, que sería Ministro de Educación tres veces y en distintos Gobiernos.
Hemos querido actualizar las originales y cuestionadoras ideas de D. Mariano, aplicándolas a la realidad actual de nuestro sistema educativo.
Podríamos sintetizar en unas pocas frases el contenido del libro que presentamos en esta II Feria del Libro de Cochabamba, titulado “Educación: falencias, desafíos y propuestas”. Una de los principios innovadores podríamos sintetizar en la siguiente frase: “Toda auténtica educación es siempre auto-educación y en ella el sujeto y protagonista es el educando no el educador”
- Nuestro sistema educativo, en el mejor de los casos, instruye pero no educa.
- Trasmite datos y conocimientos pero no forma en valores.
- Prepara para el examen, pero no para la vida.
- No parte de la centralidad del alumno, sino del autoritarismo del profesor.
- No acepta que toda auténtica educación es auto-educación.
- Instruye, adoctrina, domestica… pero no forma en criterios morales ni ofrece orientaciones éticas para a vida de nuestra juventud.
- Permanece centrado en metodologías memorísticas y repetitivas.
- Sin embargo, cada persona es sujeto de sí mismo, de ahí que toda educación deba ser autónoma.
- No se educa cuando se impone el sometimiento, sino cuando se estimula a que cada uno ejerza su propia libertad.
- No se educa cuando se castiga, sino cuando se logra que cada uno se imponga su propia sanción.
- Desarrollar la autoestima y la inteligencia emocional es mucho más eficaz que los reproches, las amenazas y las descalificaciones.
- Nuestro sistema educativo vive ajeno a los grandes desafíos de la post-modernidad y no responde a los retos de la sociedad actual.
- Ignora la necesaria formación frente a las nuevas tecnologías.
- Así como el desarrollo de la propia identidad del educando que es la base de una verdadera descolonización.
- No incentiva la creatividad, ni forma la conciencia crítica, ni educa en los valores de la democracia, ni en la participación ciudadana.
- Desconoce los amenazantes desafíos ecológicos y del cambio climático, permaneciendo indiferente ante la urgencia de la formación para la defensa de la naturaleza.
Educar es aprender a “ser”. Educación es humanizar humanizándonos.
Si no cambia profundamente nuestro obsoleto sistema educativo y, sobre todo, si no cambia nuestro magisterio y sigue impertérrito en su actitud tradicional de trasmitir datos y conocimientos, nada cambiará en Bolivia.
Los cambios fundamentales se dan siempre a nivel de la conciencia de las personas.
(Ideas tomadas del libro “EDUCACIÓN: FALENCIAS. DESAFÍOS. PROPUESTAS”. del P. Gregorio Iriarte. Kipus. Octubre 2009)
P. Gregorio Iriarte, omi