En cuanto al
CFR, en sus reuniones se permite alguna dosis de disenso, manejado dentro de
ciertos límites. Así como la banca Rothschild financiaba en las guerras a los
dos bandos de los conflictos, en el seno del CFR se promueve la gestación y
aparición de dos posturas acotadamente opuestas, en muchos de los temas económicos
o políticos que son priorizados en sus reuniones. Pero el hecho de que haya dos
posturas no implica que de antemano el CFR no tenga ya una decisión tomada de
cuál va a ser la prevaleciente. La generación de la postura minoritaria,
entonces, se lleva a cabo simplemente para dar una apariencia de debate
intelectual, cuando en realidad las decisiones ya han sido tomadas Además, la
existencia de dos posiciones tiene un efecto colateral beneficioso a los fines
de la implementación práctica de la postura de antemano elegida: se conoce
previamente qué pueden llegar a argumentar las voces opositoras que encuentre
la postura elegida, una vez puesta en práctica. Es como saber de antemano, en
el juego de ajedrez, cuáles serán las próximas dos o tres movidas del
adversario. La élite sabe, desde hace mucho tiempo, que la única forma de
controlar los conflictos es controlando sus dos bandos (Graziano, Hitler gano la guerra).
Corría la dramática década de 1940, cuando ingenieros alemanes diseñaron un avión de ala volante que, hoy, a más de 70 años, nutre a los especialistas estadounidenses para el desarrollo de un caza bombardero de sexta generación. Hace pocos meses, Estados Unidos presentó el concepto de su caza bombardero de sexta generación, desarrollado por la compañía Northrop Grumman, un avión supersónico que sustituirá a los actuales Lockheed Martin F22 Raptor, Boeing F-15C Eagle y Boeing F/A18E/F Super Hornet. Lo curioso del caso es que el innovador diseño, en su conjunto, y especialmente la aplicación del esquema de ala volante, es herencia directa de las revolucionarias ideas introducidas por ingenieros alemanes que trabajaron para el Tercer Reich, hace más de 70 años (History, La antigua tecnología nazi que EEUU aplica hoy en sus cazabombarderos furtivos).
Corría la dramática década de 1940, cuando ingenieros alemanes diseñaron un avión de ala volante que, hoy, a más de 70 años, nutre a los especialistas estadounidenses para el desarrollo de un caza bombardero de sexta generación. Hace pocos meses, Estados Unidos presentó el concepto de su caza bombardero de sexta generación, desarrollado por la compañía Northrop Grumman, un avión supersónico que sustituirá a los actuales Lockheed Martin F22 Raptor, Boeing F-15C Eagle y Boeing F/A18E/F Super Hornet. Lo curioso del caso es que el innovador diseño, en su conjunto, y especialmente la aplicación del esquema de ala volante, es herencia directa de las revolucionarias ideas introducidas por ingenieros alemanes que trabajaron para el Tercer Reich, hace más de 70 años (History, La antigua tecnología nazi que EEUU aplica hoy en sus cazabombarderos furtivos).