"Ahora, Maya es también el nombre de la madre de Hermes, por lo que de la mitología griega nos da la indirecta de que Maya es el principio raíz que saca a Mercurio. Creemos que no carece de significado que la madre de Buda también fue nombrada Maya, porque la iluminación de Buda es precisamente el objetivo de los procesos de alquimia y yoga.
Además, existe una estrecha conexión entre las palabras Maya y Magia, siendo esta última el sustantivo latino de la magia.
En ambas palabras existe la doble concepción de un poder que se manifiesta en cambios y mutaciones, y de un poder que es la causa de todos los errores humanos, ya que su naturaleza ilusiva, siempre y cuando permanezca sin reconocer, lleva la mente del hombre a toda clase de errores juicios. Así los textos alquímicos nos dicen que la Primera materia, en algunos de sus aspectos, es venenosa, y el enemigo de todos.
Jacob Boehme, él mismo inmerso en literatura alquímica, y bendecido con esa mayor visión que lleva al descubrimiento real de la Primera Materia, empleó la palabra Magia en el sentido que acaba de explicar. Escribe: La magia es la madre de la eternidad, del ser de todos los seres; porque se crea a sí misma, y se entiende en deseo. Es el estado original de la naturaleza. Su deseo hace una imaginación, y la imaginación o figuración es sólo la voluntad del deseo.
La magia es el poder formativo en la sabiduría eterna. Según la voluntad hace un modelo en sabiduría, también lo recibe el deseo de Magia; porque tiene en su propiedad la imaginación como un anhelo. La imaginación es suave y suave, y se asemeja al agua.
Case Paul Foster - "Las llaves esotéricas de la alquimia"
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