Ante ayer
fue asesinado Luis Manuel Díaz, líder de Acción Democrática, durante una
manifestación. Estaba al lado de Lilian Tintori, la valerosa esposa de Leopoldo
López, el preso héroe. Un mes atrás, dos sobrinos/hijastros de la esposa de
Maduro, la tenebrosa Cilia Flores ‘La Primera Combatiente’, fueron filmados
llevando una tonelada de cocaína y capturados por la DEA, en Haití. En
EE.UU. los defiende Squire Patton & Boggs, el bufete más caro del país. ¿Lo
paga el dinero del narcotráfico o del Estado venezolano?
Es
archisabido que Diosdado Cabello, el presidente de la Asamblea Nacional
venezolana, dirige el narco Cartel de los Soles (los generales venezolanos
llevan soles en sus charreteras), del que participa el también general Hugo
Carvajal, pedido por la justicia internacional, entre otros jerarcas militares
y civiles del chavismo. El diplomático venezolano Misael López Soto, consejero
en Iraq, denuncia la venta de pasaportes y partidas de nacimiento a terroristas
islámicos en Bagdad, como negocio de Estado.
Hay incontables auditorías
electorales que demuestran que Chávez y Maduro hicieron fraudes monumentales. La oposición no reclamó con acciones
decididas. Tampoco se hizo eco de las organizaciones internacionales ni la
opinión pública global. Sin embargo, la otrora enmudecida OEA ha
declarado fraudulenta la elección legislativa del próximo 6 de diciembre, así
también lo han hecho los periódicos caviares gringos, el New York Times y el Washington Post, que, durante más de una década,
engañaron a la opinión pública norteamericana haciéndole creer que los
gobiernos de Chávez y Maduro eran democráticos. Pero, en realidad, como se
ve, fueron y siguen siendo gobiernos delincuenciales. Ojalá Venezuela se libre
del chavismo.