HSG - WOLF, Eric - “Europa y la gente sin historia”
INDICE
Prefacio 9
Primera Parte
CONEXIONES
1. Introducción 15
Surgen las ciencias sociales 20
Economía política y ciencia política. 22; Desarrollo de la teoría sociológica, 24; An-
tropología, 27
Los usos de Marx 34
El mundo en 1400 40
Geografía política del Viejo Mundo
Comercio, 47; Nómadas pastores, 49
El Cercano Oriente y África 52
Turcornanos, 52; El norte y el occidente de Africa, 55; África Oriental, 60
Asia Meridional y Oriental 64
India, 64; China, 71; Asia Sudoriental, 77
El Nuevo Mundo 80
América del Sur, 81; Mesoamérica, 89; América del Norte, 92
111. Modos de producción 97
Producción y trabajo social 97
Modos de producción, 100
El modo capitalista 102
El modo tributario 104
Civilizaciones. 108; Riqueza mercantil, 109
El modo de producción basado en el parentesco 115
El problema de las jefaturas, 125
IV. Europa, preludio a la expansión 131
El cambio en las pautas del comercio a gran distancia 131
Surgen los puertos italianos, 134
Consolidación política 135
La guerra en el exterior, 136; Comercio, 137; Se ensancha el dominio real, 138
Formación de Estados y expansión 139
Portugal, 141; Castilla-Aragón (España), 144; Los circuitos internacionales de la
riqueza mercantil, 146; Las Provincias Unidas, 147; Francia, 149; Los límites de
la circulación mercantil, 151; Inglaterra, 153
597
INDICE 599
598 ÍNDICE
Segunda Parte
EN BUSCA DE LA RIQUEZA
V. Los iberds en América 1'65
La gran mortandad 167
La riqueza de la América española 169
Tras la plata, 169; El flujo de la plata, 173; Exportaciones secundarias: colorantes
y cacao en polvo, 175; La sangría del comercio exterior, 175.
Nuevos sistemas de abastecimiento 176
La hacienda, 178; Cámunidades indias, 181
Brasil y el Caribe 185
Contrabando, 188; Piratas, "tribus coloniales" y cimarrones, 192
VI, El tráfico de pieles 196
Historia del tráfico de pieles 196
Poblaciones del Noreste 201
Abenakis. 201; Hurones, 202; Iroqueses, 204
Poblaciones de los Grandes Lagos 210
El "Midewiwin", 212
Expansión hacia el Oeste 213
El imperio mughal, 294; Evolución del gobierno inglés, 297; Nuevas pautas impo-
sitivas y de tenencia de la tierra, 300; Un nuevo ejército y una nueva burocracia, 304:
Rebelión, 306
De la India a China 308
Opio por té. 310
El comercio en el Pacífico
Tercera Parte
CAPITALISMO
IX. La Revolución Industria/ 323
La transformación inglesa 324
Competencia holandesa e india, 326; Los nuevos empresarios. 328; Mecanización,
330; La fábrica, 332; Exportaciones de algodón, 336
Regiones de abastecimiento: el algodón sureño 337
Intermediarios, 341; Expulsión de los indios, 343
Regiones de abastecimiento: Egipto 345
La industria textil de la India 347
Bombay, 348
Crisis y expansión renovadas 351
Construcción de ferrocarriles, 352; Marina mercante, 355
314
Cambios en el comercio de pieles, 214; La revuelta de Pantiac, 215; Atabascos del X. Crisis y diferenciación en el capitalismo 359
Noroeste, 216; Nuevas compañías. 217; Pastores de caballos en las Llanuras, 218;
Los metis del río Rojo. 224 • Capitalismo: modo y mercado 359
El Litoral del Noroeste 225 La expansión del capitalismo 362
El comercio de pieles de Siberia, 225; Poblaciones del Litoral del Noroeste, 227 Diferenciación en el modo capitalista 367
Diferenciación: el Estado, 373 VII. El tráfico de esclavos 240
El curso del tráfico de esclavos 240 XI. El movimiento de mercancías 376
¿Por qué África? 247 La Gran Depresión 377
Los antecedentes africanos 250 Especialización regional 380
Mecanismos de la esclavitud, 254 Agricultura comercial: plantaciones, 381; Agricultura comercial: cultivos comer-
Terrenos de abastecimiento: África Occidental 256 ciales en fincas pequeñas, 384
La Costa de Oro, 256; Oyo y Dahomey, 260; Benin, 263; El Delta del Níger, 264 Producción de mercancías: alimentos 385
Regiones de abastecimiento: África Central 270 Trigo, 386; Arroz, 387; Carne, 389; Plátanos, 392
El reino de Kong°, 270; Imbangala, 274; Luba-Lunda, 275; El marfil y el tráfico de Cosechas industriales 394
esclavos en el África Oriental, 278; Los bembas, 280 El caucho en América, 394; Recolectores de caucho; Mundurucóes. 395: El caucho
VIII. El comercio y la conquista en el Oriente 283
El Islam en el sur de Asia 285
Los portugueses en Asia 286
Los holandeses en Asia 289
Los ingleses en la India 292
en Asia, 397; Aceite de palma, 400
Estimulantes 402
Azúcar, 404; Auge de la plantación de capital intensivo, 405; Café, 407; Té, I; Ca-
cao. 912; Opio, 415
Oro y diamantes 419
600 f N nIcE
XII. Los nuevos trabajadores 428
Mercados de trabajo 429
Clases trabajadoras, 433; U'rbanización, 435
La mano de obra se muda 436
Los Estados Unidos, 439:Trabajo para las minas: África del Sur. 443; Mano de obra
para los plantadores: indios orientales, 115; Mano de obra para los plantadores:
europeos, 448; Río Claro Brasil, 450; Trafico en la mano de obra china, 453; Sin-
gapur, 454; Trabajo chino: otros destinos, 456
Segmentación étnica 458
Palabras finales 465
Notas bibliográficas 473
1. Introducción 473
II. El mundo en 1400 475
III. Modos de producción 482
IV. Europa, preludio a la expansión 487
V. Los iberos en América 491
VI. EI tráfico de pieles 492
VII. El tráfico de esclavos 495
VIII. El comercio y la conquista en el Oriente 498
1X. La Revolución Industrial 500
X. Crisis y diferenciación en el capitalismo 504
XL El movimiento de mercancías 506
XII. Los nuevos trabajadores 509
Palabras finales 512
Bibliografía 515
Indice analítico 569
AUTOR: WOLF, Eric
TEXTO: “Europa y la gente sin historia”
FORMACIÓN DE ESTADOS Y EXPANSIÓN
Hacia 1300 pareció menguar el ritmo de crecimiento de Europa. A pesar de las dificultadas ecológicas (relacionadas con la agricultura, por ende, alimentos y seguido de pestes), estas no fueron más que un aspecto de una crisis mayor, a la que a veces se la ha llamado “crisis del feudalismo”. La solución a esta crisis era descubrir nuevas fronteras. En la práctica ello significó avanzar hacia nuevos terrenos donde cultivar más alimentos (y lugares de conservación). También significó la posibilidad de obtener bienes de lujos a precios más bajos, o en su defecto, más oro y plata para poder comprarlos.
La solución a la crisis exigía un aumento en la escala e intensidad de la guerra: un aumento en la producción de armamentos y barcos, en el centramiento de soldados y marineros y en el financiamiento de operaciones y avanzadillas militares.
Económicamente, la crisis del feudalismo se resolvió hallando, tomando y distribuyendo recursos existentes situados más allá de las fronteras de Europa, hacia lugares como América, África, China, entre otros. Lo que resultó que nuevas mercancías entraran en los circuitos de intercambio: tabaco, especias, etc. El oro de África y la plata de América hicieron que Europa viviera en un lujo extremo.
“La acumulación originaria” requería que hubiera no sólo apoderamiento de recursos, sino también su concentración, organización y distribución. Esta situación llevó a la constitución de organismos de gran fuste que pudieran controlar tan gran expansión y tan gran esfuerzo mercantil y que además pudieran aportar el esfuerzo del populacho productor de excedentes hacia tales metas.
Los grandes organismos que de aquí surgieron fueron como coaliciones políticas entre el ejecutivo centralizador y la clase de comerciantes. Diferentes autores han subrayado la índole burocrática del Estado expansionista, o su base en la producción de excedentes por parte de tenedores rurales del poder o su relación con comerciantes inclinados al saqueo en ultramar y las ganancias fáciles. Los Estados que iban surgiendo eran todas estas cosas, si bien en cada uno de ellos los elementos constitutivos se combinaban de modos diferentes; cada uno desarrolló un conjunto distinto de clases dispuestas alrededor del pivote del Estado. Todos ellos destinaron gente y recursos a la tarea de la conquista y der comercio, y todos ellos pusieron su sello en alguna porción del globo, con lo cual afectaron a numerosas poblaciones.
En 1415 empezó la expansión ultramarina de Europa: fue la captura por los portugueses del puerto musulmán de Ceuta sobre el lado africano del Estrecho de Gibraltar. Lo significativo de dicho acontecimiento fue que la invasión de la costa norafricana los llevaría a las islas del Atlántico y a la costa de África. Wolf destacó como la reducción de excedentes orilló a los europeos a buscar recursos fuera, riqueza que existía al este de Bizancio y del Islam. Inmediatamente después de tomar Ceuta los portugueses se aplicaron a ocupar desde 1420 hasta 1487, Madeira, Mauritania, Elmina y Cabo de Buena Esperanza que abrió la senda a la India. En 1500 cruzaron el Atlántico, su primer desembarco fue en Brasil, con la expedición de Cabral. Fue de este modo como (con un convenio con Lisboa), por una parte, el comercio de especias unió a Lisboa con Asia, y el azúcar a la capital portuguesa con América, en tanto que el tráfico de esclavos forjaba una cadena a través del Atlántico del Sur.
De ahí en adelante, lo que sucediera en una parte del globo tendría repercusiones en otras partes. Los continentes entrarían a formar parte de un sistema mundial de conexiones. En 1492, Colón, navegando para Castilla, llegó a las islas del Caribe, a lo cual siguió casi de inmediato la penetración de la tierra firme. En 1519, Cortes empezó la conquista de Mexico; en 1530 Pizarro salió de Panamá para conquistar Perú. En 1580 el rey de España ocupó también el trono de Portugal y las dos naciones quedaron unidas hasta 1640.
Esto justificó que los holandeses, que libraban su prolongada guerra contra España, expulsaran a los portugueses de sus posiciones en Asia y América. En sólo veinte años más, los holandeses se habían apoderado de la mayor parte de los puntos fuertes portugueses del litoral atlántico de África de Brasil y de varias islas del Caribe, amén de haber establecido colonias en América del Norte. Sin embargo, Brasil se rebeló y expulsó a los holandeses en 1654; los portugueses recapturaron buena parte de sus fuertes africanos y los ingleses les quitaron Nueva Ámsterdam en 1644.
Desde el siglo XVI, durante su lucha con España, los ingleses incursionaron en sus posiciones americanas, pero no fue sino hasta 1642 cuando se apoderaron de Barbados en el Caribe español y en 1635 tomaron Jamaica. Habían fundado además, varios establecimientos a lo largo de la costa norteamericana, los cuales consolidaron pese a la competencia de los holandeses. Sin embargo, cuando los holandeses en la segunda mitad del siglo XVII dieron marcha atrás, los ingleses se enfrentaron a los franceses en América del Norte, donde desde principios del siglo XVI empezó la colonización francesa (NOTA: actualmente Quebec y Montreal, Canadá).
Este conflicto terminaría en 1763, año en que los ingleses se quedaron con Canadá (estaba re metida leyendo como si fuera un partido de futbol y, a pesar de que sabía el resultado, quería que ganara Francia (¿?) JAJAJAJA). Al otro extremo del globo, la Compañía Inglesa de las Indias Orientales, se resolvió también en favor de Inglaterra (): deudas ruinosas de guerra hicieron quebrar en 1769 a la Compañía Francesa.(Imagínense un barco con la bandera de Francia hundirse jajaja).
Así, en menos de dos siglos, las potencias europeas ensancharon el alcance de sus actividades comerciales a todos los continentes y convirtieron en campo de batalla a todo el mundo. La búsqueda de la plata de América, el comercio de pieles, el tráfico de esclavos y la codicia de las especias de Asia produjo nuevas interdependencias y no previstas.
LA RIQUEZA DE LA AMÉRICA ESPAÑOLA
Tras la Plata
El objetivo de los iberos en el Nuevo Mundo tesoros en forma de metales, pero los sitios productores eran pocos, pequeños y de poca profundidad. En poco tiempo se sacrificó a la población nativa en su extracción. Sólo Colombia –“Castilla de oro”, como se la llamó- produjo cantidades de importancia, la cual acrecentó en un quinto la existencia europea de oro. Finalmente, fue la producción de plata el puntual de la riqueza española, y consiguientemente el principal indicador de la fuerza o debilidad del control real.
En 1545 los españoles hallaron los primeros depósitos de plata: Bolivia y luego una sucesión de filones en las cadenas montañosas de México. Para explotar los minerales de la montaña, los señores de las mismas recurrieron a los nativos americanos. Desde el tiempo de los incas había una rotación obligatoria del trabajo reclutado (mita); los españoles los extendieron para el servicio de minas. Teóricamente los obreros no debían trabajar más de dieciocho semanas cada siete años, debían recibir su paga y trabajar en condiciones supervisadas por los inspectores reales. Lo salarios recibidos debían permitir que los mineros pudieran pagar su tributo, que ahora era pagado en plata.
Lo cierto es que los hechos fueron muy diferentes de lo idealizado. Durante el período de marcado descenso de la población se mantuvieron constantes las cuotas de servicios y de tributos; es decir, que las autoridades locales tenían que reclutar hombres con más frecuencia de la autorizada por la ley, cobrar contribuciones más altas a quienes se quedaban en los pueblos o contratar trabajadores (mingas) para suplir a los ausentes. No eran pocos los trabajadores reclutados que se negaban a regresar a sus comunidades al terminar el período de su leva; de este modo buscaban evitar nuevos tributos y obligaciones forzosas. Algunos se quedaban en las minas, con lo cual engrosaban las filas de los trabajadores libres. Otros entraban al servicio doméstico (como siervos) de españoles o yaríaconas, hasta que llegó el día en que había tantos siervos como aldeanos contribuyentes.
Los “forasteros” fueron otros mitayos que se hicieron migrantes. Finalmente, algunos habitantes de las mesetas, simplemente huían al bosque tropical.
El sistema de trabajo que combinaba la mano de obra libre en la minería y la esclava en el procesamiento, sirvió en las minas mexicanas hasta el final del siglo XVIII, en que las grandes minas de Guanajuato compensaron en exceso la caída de la producción de plata en Potosí.
El flujo de la plata
La entidad creada por la Corona para controlar el flujo del metal, mercancías y gente fue la Casa de Contratación de Sevilla que autorizaba a barcos y comerciantes, expedía permisos para transporte de pasajeros y mercancías y recibía de las Indias la preciosa plata. En la segunda mitad del siglo XVI se organizó un sistema de salidas anuales de grandes flotas para salvaguardar el cruce del Atlántico contra ataques externos.
Sin embargo, ni toda la plata extraída pudo detener la quiebra de la Corona española, agravada por sus empresas militares en Europa y en el resto del globo. Hasta 1550, Carlos V acumuló en 37 años una deuda de casi 40000000 ducados, en su mayor parte a acreedores extranjeros. En 1590, Felipe II gastaba ya más de lo que recibía. Al mismo tiempo, esta entrada de plata elevó los precios de una economía interna una debilitada por una declinación en la producción de alimentos, por un alza de las exportaciones para pagar deudas extranjeras más baratas y por un fuerte aumento en la importación de mercancías manufacturadas para usarse en España y en las Indias.
Los testigos contemporáneos de esta “revolución en los precios” así como historiadores posteriores opinaron que la causa primaria de ella fue el enorme ingreso de dinero. Quizá la mayor demanda de mercancías europeas en América haya hecho subir los precios en el siglo XVI; hubo también una mayor demanda interna de mercancías.
Así, a fines del siglo XVI, tres quintos de todo el metal que llegaba a España iban al exterior en pago de deudas reales y privadas; igualmente, conforme crecía el tráfico americano, absorbía sumas mayores para barcos, abastecimientos y protección. El que España confiara en la exportación de productos primarios tales como lana, vinco, entre otros para adquirir abastos navales, estaño, telas, etc., acabó por crear un problema de balanza de pagos que se saldó con exportaciones de plata.
Exportaciones secundarias: colorantes y cacao en polvo (NOTA: Realmente yo esto no lo hubiera puesto, pero es mejor que haga el resumen de cada punto así después ustedes deciden bien qué poner)
Aunque la plata fue la exportación principal de América española, la cochinilla, el índigo y el cacao tuvieron su importancia. En la segunda mitad del siglo XVI, creció la importancia de la cochinilla, que después de la plata ocupó el segundo lugar en las exportaciones de la Nueva España.
En el siglo XVII, por razones de menor costo de transporte, la industria del índigo fue a dar principalmente a Yucatán donde floreció hasta el siglo XIX.
En tiempos prehispánicos el cacao se había cultivado en la vertiente del Pacífico de América Central. Bajo los españoles, se obligó a la población nativa a pagar con cacao sus tributos y algunas mercancías; sin embargo más tarde, las altas tasas de mortalidad limitaron la producción del mismo.
La sangría del comercio exterior
Del Nuevo Mundo, España se llevaba metales y otros productos y regresaban artículos manufacturados y de lujo de precio muy elevado. Una buena parte, tal vez la mayor, de estas mercancías se originaba fuera de España, sobre todo en el noroeste de Europa; el recio que se les fijaba era tal que producía impuestos y derechos aduaneros al Estado, así como ganancias monolíticas a los vendedores.
Este comercio de productos constreñido abarcaba dos ciclos diferentes de transacciones, uno transatlántico y otro interamericano. Al inicio del ciclo había una inversión de dinero en el lado europeo de la transacción, y una conversión de mercancías en dinero y utilidades en Europa, al fin del ciclo. Sin embargo, en América no había cambio de dinero por dinero, sino sólo cambio de mercancías por mercancías. Pero en tanto que Europa subían los precios de las mercancías manufacturadas, los valores de cambio de la plata y de las mercancías americanas declinaban. Esta desproporción orillaba a los productores americanos a mantener bajos o a reducir los costos de producción.
NUEVOS SISTEMAS DE ABASTECIMIENTO
La disminución de la población nativa y la destrucción de los controles políticos que eran fundamentales a la horticultura intensiva nativa exigieron nuevas formas de producción de productos alimenticios y de ganado para las mismas y poblaciones. La nueva economía agrícola debía también dar de comer a las poblaciones españolas, que eran el sostén de la red de control español, a los establecimientos eclesiásticos situados en poblados y en el campo, y a los lugares de parada situados a lo largo de las rutas de tráfico que ligaban las minas, las poblaciones y los puertos.
La Corona ayudó de modos muy diversos al crecimiento de este sistema; la intención de la misma era negar a los conquistadores todo control directo sobre la tierra y sobre el trabajo indio. Quería evitar la constitución de una clase independiente de señores tributarios y por eso insistió al principio en conceder los servicios de los americanos nativos únicamente conforme a sus propios términos. Esto se logró mediante la expedición de concesiones temporales (encomiendas). La Corona esperaba que surgiera una sociedad dividida en un sector de conquistadores y un sector indio aparte. Por ello trató de interponer a sus funcionarios reales entre los españoles empleadores de indios y los indios.
Después de 1542, los encomenderos estuvieron obligados a presentar una instancia oficial al funcionario real si querían que se les asignaran nativos. Esta forma de asignación de trabajo se conoció oficialmente con el nombre de “repartimiento”.
Otro medio que se empleó para apartar a los españoles de la población india fue la abolición formal, en 1542, de la esclavitud india. Se declaró que la esclavitud de los indios era ilegal en todas partes, excepto en zonas donde las poblaciones rebeldes se negaban a aceptar la soberanía de España. Esta prohibición de la esclavitud no se extendió, sin embargo a los africanos, que se siguieron importando en grandes números para reemplazar a la menguante población nativa.
La hacienda
Gradualmente las encomiendas fueron sustituidas por las haciendas, que eran fincas trabajadas por gente que se establecía en ellas y que dependía directamente de los dueños de la tierra. Legalmente, la concesión de una encomienda no podía producir una hacienda: las concesiones de encomienda eran donaciones reales que ni daban derechos a la tierra ni permitían al agraciado establecer los términos de servicios o tributos del trabajo a los nativos. En cambio, la hacienda se fundaba por completo en la propiedad de la tierra y en la aptitud del propietario para negociar directamente los términos de la contratación de trabajadores (la mayoría nativos americanos).
También los dueños de las haciendas ofrecían pagar el tributo de sus trabajadores o darles crédito en alguna otra forma. Al parecer, en siglos posteriores se desarrolló el estado de servidumbre debido a deudas e incluso se estableció el endeudamiento hereditario.
La hacienda llegó a ser una entidad basada en una estructura doble de cultivo de productos comerciales y de servidumbre real por parte del propietario y el cultivo comercial por siervos inquilinos. Una ampliación del mercado provocaba la ampliación del sector propietario a expensas de los siervos-inquilinos; una declinación del mercado favorecía a los inquilinos.
Las haciendas servían para propósitos diferentes: los que eran dueños de las minas o talleres proporcionaban los productos necesarios para estas operaciones a un costo muy bajo o sin costo alguno, otras producían para un mercado regional.
Pese a la adaptabilidad de las haciendas, su crecimiento potencial estaba limitado por el tamaño de la demanda real y por las dificultades del transporte. Al parecer operaban mejor, con más utilidad, cuando venían a un mercado restringido (local o regional) de lo cual obtenían mejores precios.
En general, las haciendas no fueron empresas muy lucrativas; en su mayoría estaban endeudadas y con frecuencia iban a dar a menos de nuevos dueños.
BRASIL Y EL CARIBE
Por su parte, los portugueses se aplicaron a la producción de azúcar en plantaciones en las tierras tropicales bajas del litoral de Brasil. Las nuevas empresas portuguesas se organizaron desde sus comienzos para producir cosechas exportables. Sin embargo, a lo largo del siglo XVII, el cultivo del azúcar se propagó a las islas del Caribe de modo que holandeses, ingleses y franceses acabaron siendo rivales de Portugal en la producción de azúcar.
En el último cuarto de siglo XV, los portugueses empezaron a sembrar caña de azúcar en Madeira y poco después en el Golfo de Guinea, empleando para ello esclavos comprados en África. En 1500 una flota portuguesa cuyo destino eran las Indias avistó La Tierra de Veracruz, que no tardaría en llamarse Brasil. Veinticinco años más tarde se pagarían derechos en las aduanas de Lisboa por el azúcar brasileño. Los planes portugueses para aumentar la producción de azúcar en África se vieron anulados por la resistencia de los africanos que confinó a los portugueses al litoral; en cambio, sí intensificaron la producción en Brasil.
El foco de la producción de los cañales brasileños fue el ingenio, que no sólo se molía la caña producida en sus propios terrenos sino también la de cultivadores libres que probablemente aportaban la mitad de la caña. El trabajo esclavo primero de indios brasileños y luego de africanos fue importante, pero también tuvo significación el de trabajadores libres.
Y en tanto que la producción estaba en manos portuguesas, el procesamiento y financiamiento acabaron controlados por flamencos y holandeses. Inclusive durante el período entre 1580 y 1640, en que el reino de Portugal se unió a la Corona de Castilla, los holandeses se las arreglaron para conservar sus contactos portugueses durante el período entre 1580 y 1640, en que el reino de Portugal se unió a la Corona de Castilla, los holandeses se las arreglaron para conservar sus contactos portugueses a través de intermediarios portugueses.
Sin embargo, en 1645, la población de Brasil holandés, dirigida por los endeudamientos plantadores luso-brasileños, se alzó contra sus amos. En la guerra de guerrillas que siguió los luso-brasileños acabaron controlando el campo y los holandeses se vieron obligados a replegarse en las ciudades costeras; al mismo tiempo, Holanda se había visto envuelta en su primera guerra comercial con Inglaterra. Empero, los factores decisivos fueron que buena parte de la industria azucarera había sido literalmente destruida.