Agradecimientos
En primer lugar, estoy en deuda con Mr. y Mrs. Quintin E. Ward, cuyo generoso apoyo hizo posible este libro. La carrera y los logros de M. Ward son un ejemplo del libre mercado en acción.
Por sus muy útiles comentarios al manuscrito original, doy las gracias a Hans- Hermann Hoppe, Jeffrey Herbener, Joseph Salerno y Mark Thornton. Ellos no tienen ninguna responsabilidad por los errores que puedan quedar.
En el Mises Institute, Judy Thommesen y Kathy White realizaron el trabajo editorial del manuscrito de forma muy competente. Agradezco a Richard Perry, miembro del Mises Institute, la preparación del índice. Pat Barnett, como siempre, fue una constante fuente de ánimo. Asimismo me aportó útiles comentarios y correcciones. El presidente del Mises Institute, Lew Rockwell, no sólo habilitó el proyecto, sino que lo impulsó presionándome sutilmente. A todos ellos, muchas gracias.
UNA INTRODUCCIÓN AL RAZONAMIENTO ECONÓMICO
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Prólogo
Una Introducción al Razonamiento Económico es un libro delicioso. Es el perfecto punto de partida para estudiantes interesados en aprender economía de libre mercado dentro de la tradición de la ―Escuela Austriaca.‖ (Los Austriacos tienen una particular aproximación a la economía que se basa en la deducción lógica en vez de en la prueba empírica). Aunque la materia pueda ser intimidante y abstracta, Gordon hace un magnífico trabajo manteniendo la ligereza y vivacidad del debate, lanzando constantemente irreverentes bromas y usando coloridos ejemplos para ilustrar sus argumentos.
Gordon trata los típicos temas (aunque fundamentales) de la oferta y la demanda, así como los controles de precios. Con que sólo el 10% de los ciudadanos comprendiese estas lecciones, el mundo sería un lugar mucho más feliz. Por ejemplo, en los Estados Unidos hemos sufrido recientemente una ilustración de los peligros de los controles de precios: después de que el ―Huracán Sandy‖ devastase Nueva York y Nueva Jersey, los dirigentes políticos no permitieron que el precio de venta al público de la gasolina aumentase. En consecuencia, los afectados tuvieron que soportar, además de los daños de la tormenta, largas colas en las gasolineras. Las leyes de la economía no pueden ser ignoradas.
Pero el enfoque de Gordon difiere del de la mayoría de las introducciones a la economía, porque él dedica una parte relativamente larga del libro a sus fundamentos filosóficos. De hecho, Gordon dedica varias páginas a asegurarse de que el lector entienda matices como la distinción entre un argumento válido con una conclusión falsa y un argumento no válido con una conclusión verdadera. Este debate puede resultarle a algunos lectores irrelevante a la hora de tratar los principios económicos, pero como Gordon se suscribe a la Escuela Austriaca, él lo considera vital. Ignorar los fundamentos lógicos de la economía sería tan insensato como que un ingeniero ignorase los cimientos de un rascacielos: no importa lo impresionante que la estructura pueda parecer, sin una sólida base el edificio colapsará al primer signo de tensión.
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Una vez que Gordon ahonda en la ―economía real‖ del libro, el lector entenderá su insistencia en las amarras filosóficas. Siguiendo el enfoque de Ludwig von Mises y otros economistas Austriacos, Gordon deduce las leyes o principios básicos de la economía desde el ―axioma de la acción‖. Contrariamente a los métodos prescritos por muchos economistas mainstream—incluyendo el famoso Milton Friedman—los Austriacos no piensan que las leyes económicas deban ser ―comprobadas‖ de la misma forma en que las leyes de la física o la química deben someterse a verificación empírica. En su lugar, los Austriacos consideran que los principios de la economía son análogos a los teoremas de la geometría. Para probar el Teorema de Pitágoras, por ejemplo, uno no coge una regla y comienza a medir triángulos. Además, una vez que uno ha visto y entendido una prueba (correcta), no hay posible contraejemplo; ni siquiera necesitamos preocuparnos por si encontraremos un triángulo que viole el teorema.
Del mismo modo, Gordon (y otros economistas Austriacos) creen que los principios económicos pueden ser deducidos paso por paso a partir de la proposición de que los seres humanos actúan, queriendo decir esto que los seres humanos intencionadamente manipulan su mundo para conseguir fines. A primera vista este método Austriaco podría parecer curioso o incluso quijotesco, pero Gordon hace un buen trabajo refutando las objeciones y mostrando el poder del método Austriaco.
Otra característica significativa del libro es la prolongada discusión que hace Gordon sobre el dinero, y sobre el patrón oro en particular. Muchos libros introductorios de economía (¡e incluso más avanzados!) simplemente asumen sin cuestionarse nuestro moderno sistema de dinero fiat. Pero Gordon explica que históricamente el dinero surgió espontáneamente en el mercado a partir de mercancías útiles. En otras palabras, en un momento dado de la historia humana no había dinero, sólo trueques con bienes (y servicios) que la gente valoraba directamente. Gordon defiende que el primer dinero surgió cuando alguna de estas mercancías comenzó a ser valorada por su capacidad para servir como ―medio de intercambio‖. Así, históricamente vemos el dinero en forma de oro y plata (que tenían utilidad para la industria y la joyería), pero también en forma de ganado, tabaco y otras mercancías útiles.
Es fundamental para los ciudadanos de hoy en día conocer estas elementales lecciones relativas al dinero, y el papel histórico del Estado monopolizando y
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envileciendo el dinero inicialmente creado por el mercado. Mientras escribo estas líneas, los bancos centrales de todo el mundo están creando increíbles cantidades de nuevo dinero fiat, en un esfuerzo vano por restaurar la prosperidad tras el estallido de la burbuja inmobiliaria global.
Una Introducción al Razonamiento Económico es un libro magnífico que no sólo entretendrá, sino que también ilustrará. Animo enérgicamente a todo ciudadano preocupado a leer el libro y, quizás más importante, a que anime a sus hijos a hacerlo.
Robert P. Murphy
Nashville, TN
Diciembre, 2012