Las manos son extensiones del cerebro.
Cuando juntamos las manos, no solo estamos completando el circuito eléctrico del cerebro, sino que también estamos uniendo las fuerzas masculinas y femeninas -solar y lunar- del cerebro.
Para que nuestro tercer ojo se abra de verdad - lo cual es simbólico de percibir el mundo con claridad
debemos unir nuestro hemisferio izquierdo, lógico, analítico y dividido,
con el hemisferio derecho, femenino, holístico, creativo y metafórico.
En el ocultismo, esto se conoce como la Boda Química.
La unión del cerebro masculino y femenino nos permite percibir la realidad de manera correcta.
Sin esta unión, hay desequilibrio en el cerebro.
Y el desequilibrio lleva a la ilusión.
Juntar las manos no es una forma de rezar.
Es una antigua práctica de meditación para alinear las energías del cuerpo y del cerebro.
Para saber más, lee la serie El Libro de la Sabiduría.
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