Cuando un Humano se hace Consciente de su existencia en este plano, encuentra necesidades álmicas qué trascender y escoge un camino de vida que lo acerque hacia donde necesita estar.
El Dharma de un Ser Humano Consciente es el deber o propósito único que debe de realizar en la vida, guiado por principios éticos y morales, que puede variar según su cultura y su religión (como el hinduismo, el budismo y el sijismo).
En general, el Dharma es un concepto amplio que abarca la rectitud, la virtud y un camino de vida que contribuye al bienestar individual y social, y se relaciona con el cumplimiento de deberes personales para intentar encontrar la búsqueda de la armonía con el universo.
Un buen Dharma es tener la Confianza en la Simplicidad de los acontecimientos y el Ser sin esfuerzo. Un Dharma sencillo es un buen Dharma.
Habrán momentos en tu vida donde te sentirás más pleno dentro de tu círculo social en el silencio que en la explicación, entonces ya no buscarás "tener la razón" y permitirás que los demás tomen sus propias decisiones respecto de lo que les haz dicho. Ahora tienes una suave certeza de que tu sola presencia, en sinceridad, comunica más que tus palabras.
Sin que lo puedas evitar, tu cuerpo se inclinará a elegir lo sencillo: la comida más natural, la palabra más breve, el gesto más directo, sin perder la esencia ni tu visión por lo trascendente.
Socialmente, cuando empieces a entregar tu Dharma, empezarás a sentirte atraído por lo circular y ya no lo piramidal. Al inicio sentirás el cambio de manera abrupta, pues sentirás más afinidad por encuentros horizontales, podrás ver a los demás directamente a los ojos y ya no sentirás el anterior menosprecio por los títulos y roles en los que solías clasificar a los demás seres humanos que, siempre seremos tus iguales.
Cada vez serás más Consciente de tus dones y empezarás a notar que siempre se pueden hacer las cosas de mejores maneras,
PERO
también recordarás el enorme valor de la sencillés, entonces dejarás de preocuparte por "la excelencia" y serás Consciente de tu valor por la efectividad de lo que haces; sin embargo, notarás que la mente aún querrá intervenir en lo que tu Alma ya vive, entonces ya sabrás cómo actuar.
A partir del momento en que le des el lugar que merece a "la mente", podrás celebrar sin protagonismo, podrás dar sin dejar huella y, cada vez serás más cuidadoso de que el bien que hagas, no tenga autor.
Cada vez tendrás más inesperadas visitas, serás un imán para las musas de tu arte y dones, ellas te motivarán a elegir la belleza sobria que, siempre son el mejor Dharma. Una flor, un cuenco, un cuaderno desordenado y el Alma bien dispuesta. Lo simple con intención se vuelve altar.
A partir del momento en que tu nivel de Consciencia lo crea conveniente, dejarás de habitar el tiempo sin ansiedad de propósito porque nada lo tiene, ni siquiera tu esfuerzo. A veces, tu Dharma es solo estar disponible, como un faro, aunque nadie lo esté mirando todavía.
Permitir que lo que haces nazca de lo que eres y no de lo que debes, puede ser un mapa de tu nuevo camino, y hacia allá ir. La acción verdadera surge del ser, no de la urgencia.
El ego debe de estar siempre bajo tus órdenes y tutela, eso es importante. Procura que tu antiguo impulso a "ser útil" se esconda y solamente actúa cuando la situación te lo exija, serás Consciente de ello porque toda la circunstancia estará esperando por ti, "aquello" te llamará. Eres un Ser muy valioso, lo eres por vibración, no por función, y ya empiezas a vibrar en esa frecuencia. Nunca olvides que tu sola Existencia es merecedora de mucho, y no necesitas demostrar nada, solo Ser.
Recuerda que tu Dharma no es un papel que busca protagonismo, es una fragancia que se propaga sin que lo sepas. Consigue que tu antigua necesidad de interpretar tu rol con excelencia, se abrigue junto a la soledad de tu ego, y permíteles salir solo cuando así lo necesite tu Consciencia.
No tienes que hacer nada, solo Ser quien ya eres, y permitir que "Eso" obre en el mundo.
Sé Meditación.
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