El ser humano es cuerpo, mente y alma en unidad.
La energía negativa no es un enemigo externo, sino la manifestación de pensamientos no resueltos, emociones reprimidas o responsabilidades que cargamos sin consciencia; y cuando aprendemos a reconocer dónde se esconde nuestra tensión interior y aprendemos a soltarla empezamos a vivir en equilibrio y libertad.
Recordemos:
• El pensamiento obsesivo bloquea la claridad espiritual. La respiración consciente abre la mente a la luz divina.
• Guardar culpas o pérdidas impide que fluya el amor. La gratitud y el perdón son llaves que liberan.
• La voz es vibración; cuando callamos lo esencial, la energía se estanca. Cantar o expresarse es liberar el alma.
• Las cargas que no son nuestras generan peso. Soltarlas es un acto de confianza en el orden del universo.
• En el vientre bajo es donde guardamos miedos primarios y traumas. La meditación con aceites, cuarzos o reiki reequilibra la energía vital.
"Soltar es sanar" cada bloqueo es una oportunidad para elevar nuestra vibración.
Todo en el universo es energía vibrando en diferentes frecuencias. Los pensamientos, emociones y palabras también tienen una vibración.
• Cuando pensamos obsesivamente o sentimos miedo, generamos una frecuencia densa que se acumula en el cuerpo.
• La respiración, la meditación o la gratitud modifican la coherencia electromagnética del corazón y el cerebro, creando estados de armonía.
• El cuerpo funciona como un campo cuántico, donde cada célula responde a la información energética. Soltar lo negativo es cambiar la frecuencia, sintonizando con un estado más elevado.
"El cuerpo es el mapa donde la mente y el alma escriben su energía. Cuando reconocemos dónde guardamos la carga y la soltamos con consciencia, volvemos a vibrar en la frecuencia natural del amor y la plenitud."
Robert Von Löwe
