En Bolivia nadie sabe si la
derrota en el plebiscito destinado a eternizar al Presidente será el comienzo
del fin del evismo o una fase que permitirá su perdurabilidad. No es un
misterio para nadie que la oposición boliviana, si bien puede unirse en torno a
la palabra NO, es muy difícil que lo haga alrededor de programas y liderazgos
comunes. También es cierto que a Morales le quedan algunas cartas por jugar.
Por el momento está jugando con mucha agresividad la “carta marítima” en contra
de Chile. El propósito es claro: Morales intenta transformarse de líder social
en un líder de un amplio movimiento nacionalista situado por sobre “izquierdas
y derechas” en el mejor estilo de los presidentes del antiguo MNR (Mires, La
vía electoral hacia la dictadura).
El Movimiento Nacionalista
Revolucionario (MNR: principalmente 1952-1964), el Movimiento de la Izquierda
Revolucionaria (MIR: sobre todo en 1982-1985) y el Movimiento al Socialismo
(MAS: a partir de 2006) han pretendido encarnar una nueva forma de hacer política,
más acorde con las realidades nacionales, pero el resultado real puede ser
calificado como muy modesto, en todo caso bastante alejado de las intenciones
ideológicas de los fundadores de estos partidos. En este breve texto me
concentraré en las similitudes entre los tres movimientos, admitiendo por
anticipado sus considerables diferencias (Mansilla, Los
tres populismo).