INDICE
AGRADECIMIENTOS
l. INTRODUCCION
2. LA ILUSTRACION 7
I. La Ilustración y el concepto de cultura, a.-II. El gabinete vado, 9.-III.
Tolerancia frente a relativismo, 11.-IV. Tesoro de signos, H.-V. Encultura-
cíen, 13.-VI. Etnngrafta. l4.-VII. Conducta humana y ley natural, 16.-VIII.
Modelos materialistas, 19.-IX. Ciencia social y libre arbitrio, lO.-X. Prede-
cibilidad, 2L-X1. Primeras teorías de la evolución sociocultural, 22.-XII. His-
toria universal, 24.-XIII. Estadios evolutivos. 25.-XIV. Evolución de la or-
ganización social, 27.-XV. Metodología del evolucionismo, 29.-XVI. Confusión
de la evolución con el progreso, 31.-XVII. Teorías sobre lá causalidad socio-
cultural durante el siglo XVIII, 33.-XVUr. La falacia del idealismo cultural, 34.
XIX. Determinismo geográfico, 36.-XX. En el umbral del materialismo cultu-
ral, 37.-XXI. La contribución de Millar, 42.
3. REACCION y RECUPERACION AL COMENZAR EL SIGLO XIX ... 46
1. La reacción teológica, 47.-IL El compromiso positivista. SL-III. El com-
promiso hegeliano, 57.-IV. Continuidad en la tradición liberal: Juhn Stuart
Mil!, 62.-V. Reafinnación del cientifismo: Quetelet, 64.-VI. Reafinnación del
cientifismo: Buckle. 66.
4. APOGEO Y DECADENCIA DEL DETERMINISMO RACIAL 69
I. El racismo en el siglo XVIII, 71.-II. La doctrina del monogenismo en el
siglo XVIII, n.-IU. Monogénesis, ecologismo y evolución, n.-IV. Poligenismo,
75.-V. Poligenistas y monogenistas ante el problema de la raza, 7S.-VI. Po-
Iigénests, monogénesis y la cuestión de la esclavitud, 77.-VII. El poligenismo
y la escuela americana de antropología, n.-VIII. La escuela americana y la
esclavitud, 7B.-IX. Poligenismo y darwinismo, SO.-X. Los componentes de la
síntesis darwínista, a1.-XI. El determinismo racial y las raíces del darwlnis-
mo, Bl.-XII. El racismo y la doctrina de la perfectibilidad, B4.-XIII. Ra-
ciologfa, frenología y el índice cefálico, as.-XIV. La inminencia de Darwin,
86.-XV, Variaciones en torno al racismo y al antírracismo. 86.-XVI. Racismo
en Alemania, BB.-XVII.Racismo en Francia, a9.-XVIII. Raíces sociocultura-
les de Spencer y de Darwin, 91.
5. SPENCERISMQ 93
I. La geología muestra el camino, 94.-Il. Precedentes en el siglo XVIII, 94.
III. La contribución de Charles Lyell. 96.-IV. La influencia de Lyell sobre
Spencer. 97.-V. La contribución de Malthus, 98,-VI. La contribución de Dar-
win, 100.-VII. El racismo de Darwin. to2.-VIII. La versión darwinista del
progreso a través de la lucha. !03.-IX. El erróneo nombre del darwinismo
social, !OS.-X. La prioridad de Spencer, 106.-XI. Ideas políticas de Spencer,
107.-XII. Respuesta de Spencer a la ciencia lúgubre, lOB.-XIII. Spencer y el
evolucionismo, UO.-XIV. La dudosa distinción de Spencer-, 111.-XV. La fa-
lacia del spencerísmo. l11.-XVI. El racismo en una perspectiva moderna,
113.-XVII. Los usos del spencertsmo. lIS.-XVIII. Spencerismo e ímperíalís-
me. 1I6.-XIX. El spencerismo y la doctrina de la unidad psíquica, 118.-
XX. Lewís Henry Morp.n, racista, 1I8.-XXI. Edward Burnett Tylor, recís-
te, 120.
6. EVOLUCIONISMO: LOS METODOS ... ... ... ... ... ... ... ... ... ...... 122
1. Continuidad en la etnografía, 123.-11. La importancia de la arqueología.
125.-III. Piedra, bronce, hierro, 125.-IV. El descubrimiento del neolitico y
del paleolltico, 126.-V. Interpretación' de Lyell del paleolítico, 126.-VI. Im-
portancia de los datos arqueológicos en la obra de Ty1or, 127.-VII. Las ll-
mitaciones de la arqueología, 128.-VIII. El método comparativo, 129.-IX. El
origen del método comparativo, 130.-X. El valor del método comparativo, 132.
XI. Las limitaciones del método comparativo, 134.-XII. Tylor y el uso del
método comparativo, 135.-XIIL La estrategia de Margan, 136.-XIV. El ori-
gen del método comparativo estadístico. 136.-XV. La estrategia de Spencer,
136.-XVI. El abuso del método comparativo. 138.-XVII. La critica relativis-
ta, 140,-XVIII. Los survivals y el método comparativo, 141.-XIX. Survivals úti-
les e inútiles, 142,-XX. La critica funcicnalista de los survivals, 143.-XXI. La
importancia de la historia, I«.-XXII. Costumbres estúpidas, 145.-XXIII.
Trabajo de campo, 145.-XXIV. El mito del evolucionismo unillneal, 147.-
XXV. El mito de la negación de la difusión, 149.-XXVI. Contribuciones del
paralelismo y de la convergencia a la uniformidad de 111. evolución, 152.-XXVII.
Lewls Henry Margan, difusionista, 153.
7, LOS EVOLUCIONISTAS: RESULTADOS oO, ... oO, ... oO, ... ... ... ...... 1.56
1. El esquema de Margan, 156.-11. Deficiencias del esquema de Margan, 159.
III. Aspectos perdurables del esquema de Margan, 162.-IV. El esquema de
Sachofen, 164.-V. El esquema de Maine, 164.-VI. Convergencia hacia el con-
tinuo sociedad folk-sociedad urbana, 167.-VII. El esquema de McLennan, 168.
VIII. La controversia entre Margan y McLennan, 169.-IX. Matriarcado, po.
liandria, totemismo, 170.-X. El origen del tabú del incesto, 171.-XI. La evo. lución de la religión, 173.-XII. Tylor y la evolución de la religión, 176.-XIII.
Las limitaciones de la perspectiva de Tylcr, 176.-XIV. Frazer y la evolución
de la religión, 178.-XV. Más mentalismo, 179.-XVI. Retorno al misticismo:
Andrew Lang, 179.-XVII. Perspectivas estructurales en eI estudio de la reli-
gión, 18t.-XVIII. El esquema de Spencer, 181.-XIX. El evolucionismo como progreso científico, 183.-XX. La ausencia del materialismo cultural, 184.-XXI.
Morgan no fue un materialista cultural, 186.-XXII. Spencer no fue un ma-
terialista cultural, 187.
8. MATERIALISMO DIALECTICO oO, 189
1. La Influencia de Marx, 189.-11. ¿Descubrió Marx la ley de la evolución cul-
tural? 190.-111. La doctrina de la unidad de la teoría y la práctica, 191.-IV.
La amenaza de la política. 192.-V. El evolucionismo de Marx, 193.-VI. La
convergencia de Marx y Spencer, 194.-VIl. El esquema evolucionista de Marx,
19S.-VIII. Marx no fue un evolucionista unilineal, l%.-IX. Marx anticipa a Maine, 197.-X. Marx y su desconocimiento del mundo primitivo, 198.-XI. Marx
y la antropología, 199.-XII. Marx y el principio de la selección cultural, 200.
XIII. El componente hegeliano, 2OO.-XIV. Marx y EngeIs, materialistas cul-
turales, 2OL-XV. El significado de «modo de producción.., 203.-XVI. La gran
transformación, 204. - XVII. Funcionalismo causal diacrónico, 205. - XVIII.
¿Fueron Marx y .Engels racístas>, 206.-XIX. La estrategia del materialismo
cultural, 209.-XX. El mito de la explicación monadíca, 211.-XXI. Marx y En-
gels y la simplificación excesiva, 213.-XXIl. El desarrollo de la antropología,
¿independiente del marxismo?, 2l4.-XXIII. La influencia de Margan sobre
Marx y Engels, 214.-XXIV. El efecto de Marx y Bngels en la interpretación
de Morgan, 216.
9. EL PARTICULARISMO HISTORleO: BOAS 218
1. La imagen de Boas, 219.-11. Los contemporáneos de Boas, 221.-111. Crí-
tica del método comparativo, 224.-IV. ¿Fue Boas mrtievoludonista?, 226.-V.
Puritanismo metodológico, 226.-VI. Rechazo del fisicalismo, 227.-VII. Recha- zo del materialismo, 229.-VIII. Combinación de los intereses geográficos y
psicológicos, 229.-IX. Rechazo del determinismo geográfico, 230.-X. La in-
fluencia del movimiento neokanríano, 232.-XI. Wilhelm Dilthey, 233.-XII. La
influencia de Rickert y de Windelband, 234.-XIlI. El ataque contra el mate-
rialismo y el cientifismo, 235.-XIV. Idealismo ideográfico, Z37.-XV. Modera-
ción de la posición de Boas, 238.-XVI. El verdadero historiador, 239.-XVII.
La primera fase del rechazo boasiano de las leyes culturales, 24L-XVIII. Se-
gunda fase, 242.-XIX. Tercera fase, 243.-XX. Contra el modo nomotétíco, 245.
XXI. Las generalizaciones de Boas. 245.-XXII. Boas, determinista: l46.-XXIII.
Eclecticismo, 247.-XXIV.-EI rechazo de la sistematización, 248.-XXV. Erro- res filosóficos básicos, 249.
10. EL .MILIEU" BOASIANO ... ... ... ... ... ... ... ... ... 252
1. Boas no fue un antievolucionista reaccionario, 252.-11. Evolucionismo con- tra antlevolucionismo, 253.-111. Darwin y los boasianos, 255.-IV. El problema
del spencer-ismo, 257.-V. El origen cultural del ataque contra el spencerismo,
258.-VI. La paradoja del determinismo cultural, 259.
11. LA BASE ETNOGRAFICA DEL PARTICULARISMO 261
1. Los kwakiutl, 262.-11. La filiación kwakiutl, 263.-111. Una interpretación
moderna del numaym, 265.-IV. El potlach, 265.-V. El pottach en una pers-
pectiva histórica, 267.-VI. La rebelión de los especialistas del noroeste, 268.-
VII. El mito del paraíso del noroeste, 270.-VIII. El potlach y el numaym,
271.-IX. La estrategia etnográfica de Boas, 272.-X. Economla emic y econo-
rola etic, 273.-XI. La perspectiva emícv el programa boasiano, 274.
12. KROEBER ... ... ... 276
1. Vulnerabilidad a las corrientes Ideológicas, 276.-11. El ataque contra Mor-
gan, 278.-111. Morgan reivindicado, 279.-IV. Euforia inoportuna, 280.-V. El
credo de Kroeber. 281.-VI. Lo superorgánico, 282.-VII. La controversia con
Saplr, 283.-VIII. Pautas, 184.-IX. Configuraciones, 285.-X. Abusos metodo-
lógicos, 286.-XI. La realidad de las cosas culturales, 288.-XII. Estilos y su-
perestllos, 289.-XIII. Anticiencia, 290.-XIV. Kroeber y Steward, 29l.-XV.
Kroeber, ecólogo, 293.-XVI. Las áreas culturales y el paso a las ccnñgura-
cienes. 294,-XVIl. La Ilusión determinista, 295,
13. LOWIE ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... 1!1l
l. La influencia de Emst Mach, 298.-11. Crítica de Morgan, 300.-111. El evo- lucionismo de Lowíe, 301.-IV. La deuda de Lowie con Mor¡:an, 304.-V. El
incidente de los retazos y remiendos, 305.-VI. El ataque contra el materialis- mo cultural, 306.-VII. El caso de la esclavitud, 307.-VIII. El caso de los
territorios de caza comunales, 309.-IX. Desafio aceptado: los algonquinos, 310.
X. Desafio aceptado: los vedda, 31l.-XI. Desafio aceptado: Queensland, 312.
XII. Prejuicios ideológicos de Lowie, 313.-XIII. Base etnográfica de la crí-
tica de Lowie al determinismo económico, 315.-XIV. Una visión emic de la
guerra, 315.-XV. Desaprovechamiento de recursos, 317.-XVI. La aversión
de los chinos contra la leche, 318.~XVII. El mito del bantú necio, 319.-XVIII.
Vacas sagradas, cerdos y caballos, 320.-XIX. Conclusión, 321.
14. DlFUSIONISMO ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ...... 323
1. Origen del concepto de área cultural, 323.-11. DebiUdad del concepto de
área cultural, 324.-111. Centros, clímax y la ley de la difusión, 325.-IV. Cri·
tica de Steward, 326.-V. Esterilidad del concepto de difusión, 326.-VI. Di·
fusionismo extremo, 32S.-VII. Difuslonismo británico, 328.-VIII. La historia nunca se repite, 330.-IX. Origen del método histérico-cultural alemán, 331.
X. Criterios de forma y cantidad, 332.-XI. El esquema de Schmidt, 333.-XII.
Uso del método comparativo, 335. - XIII, Los defensores americanos de
Schmidt, 336.-XIV. Sobrenaturallsmo de Schmidt, 338,
15. CULTURA Y PERSONALIDAD: LA FASE PREFREUDlANA 340
1. Fundamentos epistemológicos, 340. - 11. Omnipresencia de las categorías
emic y de las categorías psicológicas, 341.-IIL Las raíces de Patterns 01 cul-
ture, de Ruth Benedict, 343.-IV. Precedentes anteriores, 344.-V. Et tu, Spen-
cer. 345.-VI. El atolladero funcionalista, 346.-VIr. El fin de la explicación, 347.
VIII. Arte, cultura y libertad, 348.-IX. Dificultades etnográficas, 349.-X. en-
teríos en entredicho, 3SI.-XI. La primera Mead, 351.-XII. Problemas meto-
dológicos, 353.-XIII. Mead defiende su método, 3SS,-XIV. Los huecos de la
defensa, 35S.-XV. Interpretación de la niñez de los manus, 357.-XVI. Difí·
cites retratos, 357.-XVII. Critica a la homogeneidad conñguracíonal, 358.-
XVIII. Mead y el uso de la fotografía, 360.-XIX. La representatividad de los
informantes y el carácter nacional, 362.-XX. La analogía lingüística, 363.
16. CULTURA Y PERSONALIDAD: FASE FREUDlANA oO. 365
1. Paradigmas funcionalistas, 36S.-II. El modelo homeostéuco, 366.-III. Mo-
delo evolucionista, Z67.-IV. El evolucionismo de Freud, 367.-V. La crítica ano tropológica de Freud, 368.-VI. La pureza freudlana de Roheim, 370.-VII. La
irresistible atracción de Freud, 372.-VIII. La reconciliación de la antropo-
logía con Freud 374.-IX, La aproximación de Mead a Freud, 375.-X, Sínte-
sis de Kardiner, 376.-XI. Importancia de la contribución de Kardiner, 378.-
XII. Homenstasts y evolucionismo en el modelo de Kardiner, J80.-XIII. Pro-
blemas metodológicos, 380,-XIV. El principal defecto del esquema de Kar-
díner, 382.-XV. El sistema neofreudiano de Erik Erikson, 383.-XVI. El caso del esfínter japonés, 384.-XVII. El caso de los rusos fajados, 385.-XVIII.
Gorer rechaza la causalidad, 386.-XIX. Mead en defensa de Gorer, 387.-XX.
Los antropólogos no son psicoanalistas, 388.
17. CULTURA Y PERSONALIDAD: NUEVAS TENDENCIAS ... 'oO ••• 389
1. John Whiting, 389.-II. Defensa de la perspectiva estadística, 391.-111. Pre-
cisiones, 393.-IV. La personalidad y la historia, 395.-V. Freud y el materia-
lismo, 396.-VI. Determinantes cruciales de la personalidad. 397.-VII. Retor-
no al materialismo cultural, 98.-VIII. Whiting descubre el, materialismo
cultural, 399.-IX. Prioridades clínicas versus prioridades antropológicas. 4Ol.
18. ESTRUCTURALISMO FRANCES ... ... ... ... 402
l. Importancia de la herencia positivista de Durkheim, 403.-Il. Solidaridad
social contra lucha de clases. 404.-I11. Durkheim, Spencer, Marx, 4OS.-IV. El
Estado no desaparecerá, 405,-V. Necesidad de una ciencia de lo social, 406.
VI. Rechazo del racismo, 406.-VII. Rechazo de los factores psicológicos indio
víduales, 407.-VIII. La naturaleza de loo hechos sociales, 408.-IX. El origen
de la idea de alma colectiva, 409.-X. ¿Qué es 10 que causa la división del
trabajo?, 4IO.-XI. y no habrá revolución, 412.-XII. Abandono de MaIthus,
Spencer y Darwin, 413.-XIlI. El origen de las explicaciones funcionaJistas, 414.
XIV. Triunfo del espíritu sobre la materia, 414.-XV. La conciencia de la con-
ciencia, 4l6.-XVI. Marcel Mauss, 417.-XVII. Formas elementales, 4l8.-XVIII.
Fulgurante intuición, 418.-XIX. El don de Mauss a Léví-Strauss, 41 11._XX. La
teleología inconsciente del espíritu, 420. - XXI. Dar, recibir, devolver, 421.-
XXII. La perspectiva ernic y la economía, 422.-XXIII. El profeta del pro-
feta, 423.-XXIV. El don de las mujeres, 424.-XXV. Renuncia a la teoría del
valor para la supervivencia, 425.-XXVr. El recurso a la estructura del espío
ritu, 425.-XXVII. Cartesianismo, 426.-XXVrIl. El modelo lingüístico, 427.-
XXIX. El hermano de la madre y el hijo de la hermana, 428.-XXX. La ley
de las relaciones de parentesco positivas y negativas, 429.-XXXI. La nueva
lámpara de Aladino, 430. - XXXII. Modelos estadísticos y mecánicos, 431.-
XXXIII. Intercambio restringido y generalizado, 432.-XX:tpV. La crítica de
Homans y Schneider, 434.-XXXV. Réplica a Homans y a Schneider, 435.-
XXXVI. Prescripción y preferencia, 436.-XXXVIl. La búsqueda del unicor-
nio, 438.-XXXVIII. Entran los purum, 438.-XXXIX. Los purum no cumplen con su prescripción matr-ilateral, 439,-XL. El viejo truco de la cuerda, 441.
XLI. La voz de los cielos. 442.-XLII. Léví-Streuss y Marx, 443.
19. ANTROPOLOGIA SOCIAL BRITANICA ...... ... 445
1. Durkheim y el funcionalismo estructural, 445.-11. El colonialismo y la hi-
pótesis de la unidad funcional. 446.-111. El sentido de la estructura social,
447.-IV. La prioridad de la estructura social, 448.-V. El fantasma antifun-
cionalista, 449.-V1. Leyes funcionales estructurales, 451.-VII. Historia, orí-
genes, evolución. 453.-VIII. El funcionalismo estructural y la analogía orga-
nísrnica, 455.-IX. De nuevo el hermano de la madre, 456.-X. Una alternativa
materialista cultural. 457.-XI. El tiempo y la analogía organtsmica, 458.-XII.
Leyes sociológicas, principios estructurales y reduccionismo psicológico, 459.
XIII. Algunas leyes peculiares, 460.-XIV. Confesión de impotencia explicati-
va, 46l.-XV. La nueva ciencia lúgubre, 462.-XVI. El lúgubre ejemplo de la
organización política, 464.-XVII. Reparando los danos, 464.-XVlIl. ¿Ten-
drá razón Junod?, 466.-XIX. Fred Eggan y el retorno a la investigación dia-
crónica. 466.-XX. El colapso del sincronismo, 467.-XXI. Edmund Leach, 468.
XXII. Raymond Firth, 46ll.-XXIII. Misticismo, cinismo y minifaldas, 469.-
XXIV. El impuro de nombre no compuesto, 472.-XXV. Los comienzos de
Malinowski, 473.-XXVI. El sexo, la familia y el individuo, 474.-XXVII. Tem-
pestad en el vaso de agua, 475.-XXVIII. El esquema de Malinowski, 475.-
XXIX. Malinowski y el evolucionismo, 477.-XXX. Gentes que viven en to-
rres de marfil 479.-XXXI. Perspectivas de Malinowski en el estudio del cam-
bio cultural, 481.-XXXII. Consejo incompetente, 482.-XXXIII. Un buen pe-
dazo de lúgubre verdad, 483.-XXXIV. Incapacidad para explicar el cambio,
4&3.-XXXV. La critica de Max Gluckman, 484.-XXXVI. Gluckman no llega
al centro de la cuestión, 485,-XXXVII. Ataque contra el materialismo cul-
tural, 486. - XXXVIII. Un espantajo harapiento, 488. - XXXIX. La llamada
concepción materialista de la historia, 489.
20. EMIC, ETIC y LA NUEVA ETNOGRAFIA ... ... ... 491
1. Definiciones de Píke. 492.-I1. Definición de emíc, 493.-III. Emic y prede-
cibilidad, 494.-IV. El punto de vista de los nativos, 494.-V. Otros sistemas
de comunicación, 495.-VI. Estados psicológicos internos, 496.-VII. La confu-
osión de la distinción emíc-etíc. 497.-VIII. Definición de etíc, 497.-IX. La perspec-
tiva emic no es necesariamente menos empírica que la perspectiva etíc. 497.-
X. Los informantes pueden dar información tanto emic como etic, 498.-XI.
Las unidades emic no pueden convertirse en unidades etíc, 498.-XII. El pa-
rentesco como un dominio mixto, 499.-XIII. ¿Pueden los fenómenos emic es-
tudiarse desde una perspectiva etic?, SOl-XIV. Tanto los datos emic como los
etic pueden estudiarse interculturalmente, 501.-XV. Emic-etic versus ideal-real,
501.-XVI. ¿Debe la perspectiva etic remplazar a la emic? 503.-XVII. La am-
bigüedad y el modelo lingüístico, 504.-XVIII. El problema del informante
bien informado, 506,-XIX. La perspectiva emic y la conducta verbal real,
509.-XX. La perspectiva emíc y la conducta no verbal, 51O.-XXI. La pera-
pectíva emic y la ciencia de lo trivial. 511.-XXII. El ejemplo de la termi-
nología crow, 513.-XXIII. Tres casos etnográficos. 514.-XXIV. La búsqueda
de la elegancia formal, 516. - XXV. La nueva vieja etnografía, 517. - XXVI.
Convergencia en el mentalismo, 518.-XXVII. Retomo a Platón, 519.-XXVIII.
Las culturas no son sólo códigos, 520.-XXIX. La etnosemántica y la arqueo-
logfa, 523.
21. EL ESTUDIO ESTADISTICO y LA RESTAURACION NOMOTETICA ... ...... 524
1. Spencer, Sumner, Keller, 525.-I1. Materialismo en Yale, 527.-I11. Darwin
y Spencer, 528.-IV. La ciencia de la sociedad, 528.-V. Una ciencia de la so-
ciedad a escala menor, 529.-VI. El origen de los Human Relations Area Files, 529.-VII. Human Relations Area Files, 531.-VIII. Significación de los
archivos, 531.-IX. La difusión y el problema de las unidades, 532,-X. El pro-
blema del contexto funcional, 534.-XI. El problema de la causalidad, 535.-
XII. El ejemplo de los determinantes de las terminologías del parentesco, 535.
XIII. Pero el menos efectivo es el más poderoso, 536.-XIV. La causalidad
sigue viva, 537.-XV. Importancia primaria de las hipótesis causales de Mur·
dock, 538.-XVI. La estrategia perdida del supuesto duodécimo, 540.-XVII. El
prindpio de las posibilidades Iimitadas, 540.-XVIIl. No todos los remos son
igualmente buenos, 541.-XIX. La evolución es fortuita e impredecible, 543.
XX. Las pruebas de la ímpredecibilidad de la evolución, S44.-XXI. ¿Es cierto
que los yanquis y los andamán tienen el mismo tipo de estructura social?, 545.
XXII. El caso del clan chino, 546.-XXIII. Hada un mejor tipo de muestra,
547.-XXIV. Tirajo contra la pared a ver si se agarra, 547.
22. MATERIALISMO CULTURAL: LA EVOLUCION GENERAL ... ... 549
1. La influencia del spencerismo sobre Leslíe White, 550.-11. La estrategia bá-
sica de White, SS1.~III. Actividades antropológicas antiamericanas, 551~IV.
La quema de antropólogos, 552.-V. La conversión de White, 553.-VI. Defensa
por White de Morgan y de Tylnr, 554.-VII. Evolución unilineal, universal y
multilineal, 556.-VITI. White y Childe, evolucionistas multilineales, 557.-IX.
Modos de evolución y epistemologla, 558.-X. ¿Cuándo puede considerarse que el
cambio es evoluciéns, 559.-XI. Criterios de la evolución según White, 559.-
XII. Steward critica a White, 560.-XIII. La defensa de White, 561.-XIV. La
necesidad de proposiciones de covariación, 562.-XV. El materialismo cultural
y la explicación de los ejemplos concretos, 563.-XVI. Evolución general y es- pecifica, 564.-XVII. Otra vez el progreso, 565.
23. MATERIALISMO CULTURAL: ECOLOGIA CULTURAL '" 567
I. El evolucionismo multilineal no es una metodología, 568.-11. ¿Cuántos son
muchos?, 568.-I1I. La importancia de los casos de paralelismo y convergen-
cia, 569. - IV. Steward, materialista cultural, 570. - V. Núcleo, base, super-
estructura, 572.-VI. El núcleo de la confusión, 573.-VII. La influencia de los
boasianos sobre Steward, 574.-VIII. Tratamientos anteriores de la relación
entre la cultura y el entorno ñsíco: Wissler, 574.-IX. Cultura y entorno íi-
stco: C. Daryll Fcrde, 575.-X. Las bases económicas y sociales de las bandas
primitivas, 577.-XI. Alguna'! limitaciones superfluas, 578.-Xn. Consecuencias
de la generalización no estadlstica, 579.-XIII. Ecología del sudoeste, 580.-
XIV. Ley cultural y causalidad, 581.-XV. Wittfogel y la teoría hidráulica, 5tH.
XVI. Wittfogel abandona el materialismo cultural, S82.-XVII. La polltica de
la hidráulica, 5S3.-XVIII. Contribuciones antropológicas a la estrategia del
materialismo cultural, 5S4.-XIX. La conexión con la arqueología, 585.-XX.
La arqueología bajo el imperio del particularismo, 5S6.-XXI. El problema
de los crfgenea del Nuevo Mundo, 586.-XXII. Nuevas técnicas, nuevos datos,
587.-XXIII. Cronologla y significación de las civilizaciones del Nuevo Mun-
do, 588.-XXIV. Descubrimiento de la base energética de las civilizaciones del
Nuevo Mundo, 589.-XXV. V. Gordon Childe y la estrategia del materialismo
cultural, 590.-XXVI. La posición de Childe en la cuestión del regadío, 590.-
XXVII. La significación de la segunda tierra, SI/l.-XXVIII. La nueva arqueologia, 592.-XXIX. La revisión de la hipótesis hidráulica, 593.-XXX. México
y Mesopctamía, 594.
BIBLIOGRAFIA .
INDICE ANALITICO
597
653
AGRADECIMIENTOS
l. INTRODUCCION
2. LA ILUSTRACION 7
I. La Ilustración y el concepto de cultura, a.-II. El gabinete vado, 9.-III.
Tolerancia frente a relativismo, 11.-IV. Tesoro de signos, H.-V. Encultura-
cíen, 13.-VI. Etnngrafta. l4.-VII. Conducta humana y ley natural, 16.-VIII.
Modelos materialistas, 19.-IX. Ciencia social y libre arbitrio, lO.-X. Prede-
cibilidad, 2L-X1. Primeras teorías de la evolución sociocultural, 22.-XII. His-
toria universal, 24.-XIII. Estadios evolutivos. 25.-XIV. Evolución de la or-
ganización social, 27.-XV. Metodología del evolucionismo, 29.-XVI. Confusión
de la evolución con el progreso, 31.-XVII. Teorías sobre lá causalidad socio-
cultural durante el siglo XVIII, 33.-XVUr. La falacia del idealismo cultural, 34.
XIX. Determinismo geográfico, 36.-XX. En el umbral del materialismo cultu-
ral, 37.-XXI. La contribución de Millar, 42.
3. REACCION y RECUPERACION AL COMENZAR EL SIGLO XIX ... 46
1. La reacción teológica, 47.-IL El compromiso positivista. SL-III. El com-
promiso hegeliano, 57.-IV. Continuidad en la tradición liberal: Juhn Stuart
Mil!, 62.-V. Reafinnación del cientifismo: Quetelet, 64.-VI. Reafinnación del
cientifismo: Buckle. 66.
4. APOGEO Y DECADENCIA DEL DETERMINISMO RACIAL 69
I. El racismo en el siglo XVIII, 71.-II. La doctrina del monogenismo en el
siglo XVIII, n.-IU. Monogénesis, ecologismo y evolución, n.-IV. Poligenismo,
75.-V. Poligenistas y monogenistas ante el problema de la raza, 7S.-VI. Po-
Iigénests, monogénesis y la cuestión de la esclavitud, 77.-VII. El poligenismo
y la escuela americana de antropología, n.-VIII. La escuela americana y la
esclavitud, 7B.-IX. Poligenismo y darwinismo, SO.-X. Los componentes de la
síntesis darwínista, a1.-XI. El determinismo racial y las raíces del darwlnis-
mo, Bl.-XII. El racismo y la doctrina de la perfectibilidad, B4.-XIII. Ra-
ciologfa, frenología y el índice cefálico, as.-XIV. La inminencia de Darwin,
86.-XV, Variaciones en torno al racismo y al antírracismo. 86.-XVI. Racismo
en Alemania, BB.-XVII.Racismo en Francia, a9.-XVIII. Raíces sociocultura-
les de Spencer y de Darwin, 91.
5. SPENCERISMQ 93
I. La geología muestra el camino, 94.-Il. Precedentes en el siglo XVIII, 94.
III. La contribución de Charles Lyell. 96.-IV. La influencia de Lyell sobre
Spencer. 97.-V. La contribución de Malthus, 98,-VI. La contribución de Dar-
win, 100.-VII. El racismo de Darwin. to2.-VIII. La versión darwinista del
progreso a través de la lucha. !03.-IX. El erróneo nombre del darwinismo
social, !OS.-X. La prioridad de Spencer, 106.-XI. Ideas políticas de Spencer,
107.-XII. Respuesta de Spencer a la ciencia lúgubre, lOB.-XIII. Spencer y el
evolucionismo, UO.-XIV. La dudosa distinción de Spencer-, 111.-XV. La fa-
lacia del spencerísmo. l11.-XVI. El racismo en una perspectiva moderna,
113.-XVII. Los usos del spencertsmo. lIS.-XVIII. Spencerismo e ímperíalís-
me. 1I6.-XIX. El spencerismo y la doctrina de la unidad psíquica, 118.-
XX. Lewís Henry Morp.n, racista, 1I8.-XXI. Edward Burnett Tylor, recís-
te, 120.
6. EVOLUCIONISMO: LOS METODOS ... ... ... ... ... ... ... ... ... ...... 122
1. Continuidad en la etnografía, 123.-11. La importancia de la arqueología.
125.-III. Piedra, bronce, hierro, 125.-IV. El descubrimiento del neolitico y
del paleolltico, 126.-V. Interpretación' de Lyell del paleolítico, 126.-VI. Im-
portancia de los datos arqueológicos en la obra de Ty1or, 127.-VII. Las ll-
mitaciones de la arqueología, 128.-VIII. El método comparativo, 129.-IX. El
origen del método comparativo, 130.-X. El valor del método comparativo, 132.
XI. Las limitaciones del método comparativo, 134.-XII. Tylor y el uso del
método comparativo, 135.-XIIL La estrategia de Margan, 136.-XIV. El ori-
gen del método comparativo estadístico. 136.-XV. La estrategia de Spencer,
136.-XVI. El abuso del método comparativo. 138.-XVII. La critica relativis-
ta, 140,-XVIII. Los survivals y el método comparativo, 141.-XIX. Survivals úti-
les e inútiles, 142,-XX. La critica funcicnalista de los survivals, 143.-XXI. La
importancia de la historia, I«.-XXII. Costumbres estúpidas, 145.-XXIII.
Trabajo de campo, 145.-XXIV. El mito del evolucionismo unillneal, 147.-
XXV. El mito de la negación de la difusión, 149.-XXVI. Contribuciones del
paralelismo y de la convergencia a la uniformidad de 111. evolución, 152.-XXVII.
Lewls Henry Margan, difusionista, 153.
7, LOS EVOLUCIONISTAS: RESULTADOS oO, ... oO, ... oO, ... ... ... ...... 1.56
1. El esquema de Margan, 156.-11. Deficiencias del esquema de Margan, 159.
III. Aspectos perdurables del esquema de Margan, 162.-IV. El esquema de
Sachofen, 164.-V. El esquema de Maine, 164.-VI. Convergencia hacia el con-
tinuo sociedad folk-sociedad urbana, 167.-VII. El esquema de McLennan, 168.
VIII. La controversia entre Margan y McLennan, 169.-IX. Matriarcado, po.
liandria, totemismo, 170.-X. El origen del tabú del incesto, 171.-XI. La evo. lución de la religión, 173.-XII. Tylor y la evolución de la religión, 176.-XIII.
Las limitaciones de la perspectiva de Tylcr, 176.-XIV. Frazer y la evolución
de la religión, 178.-XV. Más mentalismo, 179.-XVI. Retorno al misticismo:
Andrew Lang, 179.-XVII. Perspectivas estructurales en eI estudio de la reli-
gión, 18t.-XVIII. El esquema de Spencer, 181.-XIX. El evolucionismo como progreso científico, 183.-XX. La ausencia del materialismo cultural, 184.-XXI.
Morgan no fue un materialista cultural, 186.-XXII. Spencer no fue un ma-
terialista cultural, 187.
8. MATERIALISMO DIALECTICO oO, 189
1. La Influencia de Marx, 189.-11. ¿Descubrió Marx la ley de la evolución cul-
tural? 190.-111. La doctrina de la unidad de la teoría y la práctica, 191.-IV.
La amenaza de la política. 192.-V. El evolucionismo de Marx, 193.-VI. La
convergencia de Marx y Spencer, 194.-VIl. El esquema evolucionista de Marx,
19S.-VIII. Marx no fue un evolucionista unilineal, l%.-IX. Marx anticipa a Maine, 197.-X. Marx y su desconocimiento del mundo primitivo, 198.-XI. Marx
y la antropología, 199.-XII. Marx y el principio de la selección cultural, 200.
XIII. El componente hegeliano, 2OO.-XIV. Marx y EngeIs, materialistas cul-
turales, 2OL-XV. El significado de «modo de producción.., 203.-XVI. La gran
transformación, 204. - XVII. Funcionalismo causal diacrónico, 205. - XVIII.
¿Fueron Marx y .Engels racístas>, 206.-XIX. La estrategia del materialismo
cultural, 209.-XX. El mito de la explicación monadíca, 211.-XXI. Marx y En-
gels y la simplificación excesiva, 213.-XXIl. El desarrollo de la antropología,
¿independiente del marxismo?, 2l4.-XXIII. La influencia de Margan sobre
Marx y Engels, 214.-XXIV. El efecto de Marx y Bngels en la interpretación
de Morgan, 216.
9. EL PARTICULARISMO HISTORleO: BOAS 218
1. La imagen de Boas, 219.-11. Los contemporáneos de Boas, 221.-111. Crí-
tica del método comparativo, 224.-IV. ¿Fue Boas mrtievoludonista?, 226.-V.
Puritanismo metodológico, 226.-VI. Rechazo del fisicalismo, 227.-VII. Recha- zo del materialismo, 229.-VIII. Combinación de los intereses geográficos y
psicológicos, 229.-IX. Rechazo del determinismo geográfico, 230.-X. La in-
fluencia del movimiento neokanríano, 232.-XI. Wilhelm Dilthey, 233.-XII. La
influencia de Rickert y de Windelband, 234.-XIlI. El ataque contra el mate-
rialismo y el cientifismo, 235.-XIV. Idealismo ideográfico, Z37.-XV. Modera-
ción de la posición de Boas, 238.-XVI. El verdadero historiador, 239.-XVII.
La primera fase del rechazo boasiano de las leyes culturales, 24L-XVIII. Se-
gunda fase, 242.-XIX. Tercera fase, 243.-XX. Contra el modo nomotétíco, 245.
XXI. Las generalizaciones de Boas. 245.-XXII. Boas, determinista: l46.-XXIII.
Eclecticismo, 247.-XXIV.-EI rechazo de la sistematización, 248.-XXV. Erro- res filosóficos básicos, 249.
10. EL .MILIEU" BOASIANO ... ... ... ... ... ... ... ... ... 252
1. Boas no fue un antievolucionista reaccionario, 252.-11. Evolucionismo con- tra antlevolucionismo, 253.-111. Darwin y los boasianos, 255.-IV. El problema
del spencer-ismo, 257.-V. El origen cultural del ataque contra el spencerismo,
258.-VI. La paradoja del determinismo cultural, 259.
11. LA BASE ETNOGRAFICA DEL PARTICULARISMO 261
1. Los kwakiutl, 262.-11. La filiación kwakiutl, 263.-111. Una interpretación
moderna del numaym, 265.-IV. El potlach, 265.-V. El pottach en una pers-
pectiva histórica, 267.-VI. La rebelión de los especialistas del noroeste, 268.-
VII. El mito del paraíso del noroeste, 270.-VIII. El potlach y el numaym,
271.-IX. La estrategia etnográfica de Boas, 272.-X. Economla emic y econo-
rola etic, 273.-XI. La perspectiva emícv el programa boasiano, 274.
12. KROEBER ... ... ... 276
1. Vulnerabilidad a las corrientes Ideológicas, 276.-11. El ataque contra Mor-
gan, 278.-111. Morgan reivindicado, 279.-IV. Euforia inoportuna, 280.-V. El
credo de Kroeber. 281.-VI. Lo superorgánico, 282.-VII. La controversia con
Saplr, 283.-VIII. Pautas, 184.-IX. Configuraciones, 285.-X. Abusos metodo-
lógicos, 286.-XI. La realidad de las cosas culturales, 288.-XII. Estilos y su-
perestllos, 289.-XIII. Anticiencia, 290.-XIV. Kroeber y Steward, 29l.-XV.
Kroeber, ecólogo, 293.-XVI. Las áreas culturales y el paso a las ccnñgura-
cienes. 294,-XVIl. La Ilusión determinista, 295,
13. LOWIE ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... 1!1l
l. La influencia de Emst Mach, 298.-11. Crítica de Morgan, 300.-111. El evo- lucionismo de Lowíe, 301.-IV. La deuda de Lowie con Mor¡:an, 304.-V. El
incidente de los retazos y remiendos, 305.-VI. El ataque contra el materialis- mo cultural, 306.-VII. El caso de la esclavitud, 307.-VIII. El caso de los
territorios de caza comunales, 309.-IX. Desafio aceptado: los algonquinos, 310.
X. Desafio aceptado: los vedda, 31l.-XI. Desafio aceptado: Queensland, 312.
XII. Prejuicios ideológicos de Lowie, 313.-XIII. Base etnográfica de la crí-
tica de Lowie al determinismo económico, 315.-XIV. Una visión emic de la
guerra, 315.-XV. Desaprovechamiento de recursos, 317.-XVI. La aversión
de los chinos contra la leche, 318.~XVII. El mito del bantú necio, 319.-XVIII.
Vacas sagradas, cerdos y caballos, 320.-XIX. Conclusión, 321.
14. DlFUSIONISMO ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ...... 323
1. Origen del concepto de área cultural, 323.-11. DebiUdad del concepto de
área cultural, 324.-111. Centros, clímax y la ley de la difusión, 325.-IV. Cri·
tica de Steward, 326.-V. Esterilidad del concepto de difusión, 326.-VI. Di·
fusionismo extremo, 32S.-VII. Difuslonismo británico, 328.-VIII. La historia nunca se repite, 330.-IX. Origen del método histérico-cultural alemán, 331.
X. Criterios de forma y cantidad, 332.-XI. El esquema de Schmidt, 333.-XII.
Uso del método comparativo, 335. - XIII, Los defensores americanos de
Schmidt, 336.-XIV. Sobrenaturallsmo de Schmidt, 338,
15. CULTURA Y PERSONALIDAD: LA FASE PREFREUDlANA 340
1. Fundamentos epistemológicos, 340. - 11. Omnipresencia de las categorías
emic y de las categorías psicológicas, 341.-IIL Las raíces de Patterns 01 cul-
ture, de Ruth Benedict, 343.-IV. Precedentes anteriores, 344.-V. Et tu, Spen-
cer. 345.-VI. El atolladero funcionalista, 346.-VIr. El fin de la explicación, 347.
VIII. Arte, cultura y libertad, 348.-IX. Dificultades etnográficas, 349.-X. en-
teríos en entredicho, 3SI.-XI. La primera Mead, 351.-XII. Problemas meto-
dológicos, 353.-XIII. Mead defiende su método, 3SS,-XIV. Los huecos de la
defensa, 35S.-XV. Interpretación de la niñez de los manus, 357.-XVI. Difí·
cites retratos, 357.-XVII. Critica a la homogeneidad conñguracíonal, 358.-
XVIII. Mead y el uso de la fotografía, 360.-XIX. La representatividad de los
informantes y el carácter nacional, 362.-XX. La analogía lingüística, 363.
16. CULTURA Y PERSONALIDAD: FASE FREUDlANA oO. 365
1. Paradigmas funcionalistas, 36S.-II. El modelo homeostéuco, 366.-III. Mo-
delo evolucionista, Z67.-IV. El evolucionismo de Freud, 367.-V. La crítica ano tropológica de Freud, 368.-VI. La pureza freudlana de Roheim, 370.-VII. La
irresistible atracción de Freud, 372.-VIII. La reconciliación de la antropo-
logía con Freud 374.-IX, La aproximación de Mead a Freud, 375.-X, Sínte-
sis de Kardiner, 376.-XI. Importancia de la contribución de Kardiner, 378.-
XII. Homenstasts y evolucionismo en el modelo de Kardiner, J80.-XIII. Pro-
blemas metodológicos, 380,-XIV. El principal defecto del esquema de Kar-
díner, 382.-XV. El sistema neofreudiano de Erik Erikson, 383.-XVI. El caso del esfínter japonés, 384.-XVII. El caso de los rusos fajados, 385.-XVIII.
Gorer rechaza la causalidad, 386.-XIX. Mead en defensa de Gorer, 387.-XX.
Los antropólogos no son psicoanalistas, 388.
17. CULTURA Y PERSONALIDAD: NUEVAS TENDENCIAS ... 'oO ••• 389
1. John Whiting, 389.-II. Defensa de la perspectiva estadística, 391.-111. Pre-
cisiones, 393.-IV. La personalidad y la historia, 395.-V. Freud y el materia-
lismo, 396.-VI. Determinantes cruciales de la personalidad. 397.-VII. Retor-
no al materialismo cultural, 98.-VIII. Whiting descubre el, materialismo
cultural, 399.-IX. Prioridades clínicas versus prioridades antropológicas. 4Ol.
18. ESTRUCTURALISMO FRANCES ... ... ... ... 402
l. Importancia de la herencia positivista de Durkheim, 403.-Il. Solidaridad
social contra lucha de clases. 404.-I11. Durkheim, Spencer, Marx, 4OS.-IV. El
Estado no desaparecerá, 405,-V. Necesidad de una ciencia de lo social, 406.
VI. Rechazo del racismo, 406.-VII. Rechazo de los factores psicológicos indio
víduales, 407.-VIII. La naturaleza de loo hechos sociales, 408.-IX. El origen
de la idea de alma colectiva, 409.-X. ¿Qué es 10 que causa la división del
trabajo?, 4IO.-XI. y no habrá revolución, 412.-XII. Abandono de MaIthus,
Spencer y Darwin, 413.-XIlI. El origen de las explicaciones funcionaJistas, 414.
XIV. Triunfo del espíritu sobre la materia, 414.-XV. La conciencia de la con-
ciencia, 4l6.-XVI. Marcel Mauss, 417.-XVII. Formas elementales, 4l8.-XVIII.
Fulgurante intuición, 418.-XIX. El don de Mauss a Léví-Strauss, 41 11._XX. La
teleología inconsciente del espíritu, 420. - XXI. Dar, recibir, devolver, 421.-
XXII. La perspectiva ernic y la economía, 422.-XXIII. El profeta del pro-
feta, 423.-XXIV. El don de las mujeres, 424.-XXV. Renuncia a la teoría del
valor para la supervivencia, 425.-XXVr. El recurso a la estructura del espío
ritu, 425.-XXVII. Cartesianismo, 426.-XXVrIl. El modelo lingüístico, 427.-
XXIX. El hermano de la madre y el hijo de la hermana, 428.-XXX. La ley
de las relaciones de parentesco positivas y negativas, 429.-XXXI. La nueva
lámpara de Aladino, 430. - XXXII. Modelos estadísticos y mecánicos, 431.-
XXXIII. Intercambio restringido y generalizado, 432.-XX:tpV. La crítica de
Homans y Schneider, 434.-XXXV. Réplica a Homans y a Schneider, 435.-
XXXVI. Prescripción y preferencia, 436.-XXXVIl. La búsqueda del unicor-
nio, 438.-XXXVIII. Entran los purum, 438.-XXXIX. Los purum no cumplen con su prescripción matr-ilateral, 439,-XL. El viejo truco de la cuerda, 441.
XLI. La voz de los cielos. 442.-XLII. Léví-Streuss y Marx, 443.
19. ANTROPOLOGIA SOCIAL BRITANICA ...... ... 445
1. Durkheim y el funcionalismo estructural, 445.-11. El colonialismo y la hi-
pótesis de la unidad funcional. 446.-111. El sentido de la estructura social,
447.-IV. La prioridad de la estructura social, 448.-V. El fantasma antifun-
cionalista, 449.-V1. Leyes funcionales estructurales, 451.-VII. Historia, orí-
genes, evolución. 453.-VIII. El funcionalismo estructural y la analogía orga-
nísrnica, 455.-IX. De nuevo el hermano de la madre, 456.-X. Una alternativa
materialista cultural. 457.-XI. El tiempo y la analogía organtsmica, 458.-XII.
Leyes sociológicas, principios estructurales y reduccionismo psicológico, 459.
XIII. Algunas leyes peculiares, 460.-XIV. Confesión de impotencia explicati-
va, 46l.-XV. La nueva ciencia lúgubre, 462.-XVI. El lúgubre ejemplo de la
organización política, 464.-XVII. Reparando los danos, 464.-XVlIl. ¿Ten-
drá razón Junod?, 466.-XIX. Fred Eggan y el retorno a la investigación dia-
crónica. 466.-XX. El colapso del sincronismo, 467.-XXI. Edmund Leach, 468.
XXII. Raymond Firth, 46ll.-XXIII. Misticismo, cinismo y minifaldas, 469.-
XXIV. El impuro de nombre no compuesto, 472.-XXV. Los comienzos de
Malinowski, 473.-XXVI. El sexo, la familia y el individuo, 474.-XXVII. Tem-
pestad en el vaso de agua, 475.-XXVIII. El esquema de Malinowski, 475.-
XXIX. Malinowski y el evolucionismo, 477.-XXX. Gentes que viven en to-
rres de marfil 479.-XXXI. Perspectivas de Malinowski en el estudio del cam-
bio cultural, 481.-XXXII. Consejo incompetente, 482.-XXXIII. Un buen pe-
dazo de lúgubre verdad, 483.-XXXIV. Incapacidad para explicar el cambio,
4&3.-XXXV. La critica de Max Gluckman, 484.-XXXVI. Gluckman no llega
al centro de la cuestión, 485,-XXXVII. Ataque contra el materialismo cul-
tural, 486. - XXXVIII. Un espantajo harapiento, 488. - XXXIX. La llamada
concepción materialista de la historia, 489.
20. EMIC, ETIC y LA NUEVA ETNOGRAFIA ... ... ... 491
1. Definiciones de Píke. 492.-I1. Definición de emíc, 493.-III. Emic y prede-
cibilidad, 494.-IV. El punto de vista de los nativos, 494.-V. Otros sistemas
de comunicación, 495.-VI. Estados psicológicos internos, 496.-VII. La confu-
osión de la distinción emíc-etíc. 497.-VIII. Definición de etíc, 497.-IX. La perspec-
tiva emic no es necesariamente menos empírica que la perspectiva etíc. 497.-
X. Los informantes pueden dar información tanto emic como etic, 498.-XI.
Las unidades emic no pueden convertirse en unidades etíc, 498.-XII. El pa-
rentesco como un dominio mixto, 499.-XIII. ¿Pueden los fenómenos emic es-
tudiarse desde una perspectiva etic?, SOl-XIV. Tanto los datos emic como los
etic pueden estudiarse interculturalmente, 501.-XV. Emic-etic versus ideal-real,
501.-XVI. ¿Debe la perspectiva etic remplazar a la emic? 503.-XVII. La am-
bigüedad y el modelo lingüístico, 504.-XVIII. El problema del informante
bien informado, 506,-XIX. La perspectiva emic y la conducta verbal real,
509.-XX. La perspectiva emíc y la conducta no verbal, 51O.-XXI. La pera-
pectíva emic y la ciencia de lo trivial. 511.-XXII. El ejemplo de la termi-
nología crow, 513.-XXIII. Tres casos etnográficos. 514.-XXIV. La búsqueda
de la elegancia formal, 516. - XXV. La nueva vieja etnografía, 517. - XXVI.
Convergencia en el mentalismo, 518.-XXVII. Retomo a Platón, 519.-XXVIII.
Las culturas no son sólo códigos, 520.-XXIX. La etnosemántica y la arqueo-
logfa, 523.
21. EL ESTUDIO ESTADISTICO y LA RESTAURACION NOMOTETICA ... ...... 524
1. Spencer, Sumner, Keller, 525.-I1. Materialismo en Yale, 527.-I11. Darwin
y Spencer, 528.-IV. La ciencia de la sociedad, 528.-V. Una ciencia de la so-
ciedad a escala menor, 529.-VI. El origen de los Human Relations Area Files, 529.-VII. Human Relations Area Files, 531.-VIII. Significación de los
archivos, 531.-IX. La difusión y el problema de las unidades, 532,-X. El pro-
blema del contexto funcional, 534.-XI. El problema de la causalidad, 535.-
XII. El ejemplo de los determinantes de las terminologías del parentesco, 535.
XIII. Pero el menos efectivo es el más poderoso, 536.-XIV. La causalidad
sigue viva, 537.-XV. Importancia primaria de las hipótesis causales de Mur·
dock, 538.-XVI. La estrategia perdida del supuesto duodécimo, 540.-XVII. El
prindpio de las posibilidades Iimitadas, 540.-XVIIl. No todos los remos son
igualmente buenos, 541.-XIX. La evolución es fortuita e impredecible, 543.
XX. Las pruebas de la ímpredecibilidad de la evolución, S44.-XXI. ¿Es cierto
que los yanquis y los andamán tienen el mismo tipo de estructura social?, 545.
XXII. El caso del clan chino, 546.-XXIII. Hada un mejor tipo de muestra,
547.-XXIV. Tirajo contra la pared a ver si se agarra, 547.
22. MATERIALISMO CULTURAL: LA EVOLUCION GENERAL ... ... 549
1. La influencia del spencerismo sobre Leslíe White, 550.-11. La estrategia bá-
sica de White, SS1.~III. Actividades antropológicas antiamericanas, 551~IV.
La quema de antropólogos, 552.-V. La conversión de White, 553.-VI. Defensa
por White de Morgan y de Tylnr, 554.-VII. Evolución unilineal, universal y
multilineal, 556.-VITI. White y Childe, evolucionistas multilineales, 557.-IX.
Modos de evolución y epistemologla, 558.-X. ¿Cuándo puede considerarse que el
cambio es evoluciéns, 559.-XI. Criterios de la evolución según White, 559.-
XII. Steward critica a White, 560.-XIII. La defensa de White, 561.-XIV. La
necesidad de proposiciones de covariación, 562.-XV. El materialismo cultural
y la explicación de los ejemplos concretos, 563.-XVI. Evolución general y es- pecifica, 564.-XVII. Otra vez el progreso, 565.
23. MATERIALISMO CULTURAL: ECOLOGIA CULTURAL '" 567
I. El evolucionismo multilineal no es una metodología, 568.-11. ¿Cuántos son
muchos?, 568.-I1I. La importancia de los casos de paralelismo y convergen-
cia, 569. - IV. Steward, materialista cultural, 570. - V. Núcleo, base, super-
estructura, 572.-VI. El núcleo de la confusión, 573.-VII. La influencia de los
boasianos sobre Steward, 574.-VIII. Tratamientos anteriores de la relación
entre la cultura y el entorno ñsíco: Wissler, 574.-IX. Cultura y entorno íi-
stco: C. Daryll Fcrde, 575.-X. Las bases económicas y sociales de las bandas
primitivas, 577.-XI. Alguna'! limitaciones superfluas, 578.-Xn. Consecuencias
de la generalización no estadlstica, 579.-XIII. Ecología del sudoeste, 580.-
XIV. Ley cultural y causalidad, 581.-XV. Wittfogel y la teoría hidráulica, 5tH.
XVI. Wittfogel abandona el materialismo cultural, S82.-XVII. La polltica de
la hidráulica, 5S3.-XVIII. Contribuciones antropológicas a la estrategia del
materialismo cultural, 5S4.-XIX. La conexión con la arqueología, 585.-XX.
La arqueología bajo el imperio del particularismo, 5S6.-XXI. El problema
de los crfgenea del Nuevo Mundo, 586.-XXII. Nuevas técnicas, nuevos datos,
587.-XXIII. Cronologla y significación de las civilizaciones del Nuevo Mun-
do, 588.-XXIV. Descubrimiento de la base energética de las civilizaciones del
Nuevo Mundo, 589.-XXV. V. Gordon Childe y la estrategia del materialismo
cultural, 590.-XXVI. La posición de Childe en la cuestión del regadío, 590.-
XXVII. La significación de la segunda tierra, SI/l.-XXVIII. La nueva arqueologia, 592.-XXIX. La revisión de la hipótesis hidráulica, 593.-XXX. México
y Mesopctamía, 594.
BIBLIOGRAFIA .
INDICE ANALITICO
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