La cita "Un político divide a la humanidad en dos clases: los instrumentos y los enemigos" se atribuye a Friedrich Nietzsche, un filósofo alemán del siglo XIX conocido por sus críticas a la moralidad, la religión, y la cultura contemporánea, así como por su concepto del "superhombre" (Übermensch) y la proclamación de la "muerte de Dios".
Esta cita refleja el pensamiento crítico de Nietzsche respecto a la naturaleza del poder y la política. Según esta visión, los políticos ven a las personas ya sea como herramientas que pueden utilizar para sus fines o como obstáculos que deben eliminarse o neutralizarse. Este tipo de perspectiva resuena con la idea nietzscheana del "voluntad de poder", donde las relaciones humanas y sociales están definidas por dinámicas de dominación y control.
La cita también refleja un cinismo profundo hacia la política, sugiriendo que la búsqueda de poder implica necesariamente una deshumanización de las personas, tratándolas meramente como medios para un fin.