Efecto placebo en psicología:
Con el paso del tiempo y las investigaciones, se ha llegado a la conclusión de que es una línea muy fina la que separa la mente del cuerpo. La mayor parte de las sensaciones que experimenta nuestro organismo vienen precedidas por la mente. Es casi posible afirmar que, lo que la mente cree, el cuerpo lo experimenta.
En este punto, mucho se ha estudiado acerca de la función de la mente en la cura de enfermedades, hasta tal punto de que hay muchos convencidos de que todas las enfermedades parten de la mente, y que a través de ella se pueden curar. Por ello se han realizado diversos estudios acerca del efecto placebo en psicología, pero, ¿qué es el efecto placebo?
¿Qué es el efecto placebo?
El efecto placebo se basa en la mejora o la desaparición de los síntomas de una enfermedad en un paciente llevando a cabo un tratamiento que no tiene propiedades curativas reales. Los pacientes llegan a experimentar una mejoría de los síntomas tomando una sustancia inocua, sin efectos que puedan relacionarse directamente con esa enfermedad, de modo que es la mente la encargada de convencer al organismo de esos efectos positivos del medicamento, que son inexistentes.
En estos casos, los pacientes desconocen que están siendo tratados con sustancias sin efecto, pero tienden a mejorar en una proporción similar a la mejora ocasionada por un medicamento real. A través de estos estudios, se ha comprobado que los circuitos de dolor y la secreción de opioides se modifican realmente ante la expectativa del placebo.
¿Cómo funciona el efecto placebo?
Para que el efecto placebo funcione, es necesario que se inicien dos mecanismos en la mente del paciente, que son, el condicionamiento clásico y las expectativas.
El paciente tiene la expectativa de curarse mediante una medicación concreta, lo que condiciona la respuesta de su organismo al tratamiento. A mayor expectativa de mejora, mayor resulta el efecto del placebo, siendo a su vez el condicionamiento cada vez mayor.
Para lograr que el proceso tenga éxito, entran en juego otras variables relacionadas con la percepción del paciente. Por ejemplo, la mente del paciente tenderá a medir la sensación de profesionalidad y competencia del médico o farmacéutico que administra el tratamiento. De igual forma, resulta determinante la sensación que el propio placebo crea en el paciente, y que tendrá que ver con su tamaño, precio, presentación, apariencia, etc.
Efecto placebo en psicología:
Para entender el funcionamiento del efecto placebo, se han realizado varias investigaciones psicológicas en las que se comprueba cómo reacciona el cuerpo en relación al cerebro cuando se administran estas sustancias inocuas.
Los estudios de 2007 y 2009 de Wager demostraron que, un paciente que tomó un placebo presentado como un analgésico, tuvo un aumento considerable de la secreción de opioides endógenos, que además resultaron más efectivos. Del mismo modo, se activaron vías neuronales que inhiben la transmisión del dolor por parte de la médula espinal, de modo que informan de un menor nivel de dolor.
Las bases neurológicas del placebo
La aplicación de una sustancia inocua estimula la corteza frontal, el núcleo accumbens, la sustancia gris y la amígdala. Todo este proceso ha sido demostrado en pacientes con enfermedades a largo plazo, que generan diversos niveles de dolor, como Parkinson, demencia o epilepsia, que han visto mejorar sus síntomas gracias al efecto placebo.
La sugestión:
La sugestión es lo que hace que el efecto placebo sea real. Todavía se desconoce mucho acerca de este proceso, o cualquier otro que se base en una creencia y que tenga resultados tangibles. Es un fenómeno muy interesante como objeto de estudio, en el que el pensamiento llega a influir en procesos mentales básicos, hasta llegar a la modificación en el organismo.