El Enojo
Cuando sientes que no eres tú al enojarte, no estás imaginando cosas.
La rabia tiene la capacidad de empujarte a lugares que ya no coinciden con la persona que estás tratando de ser. No surge porque seas malo, débil o impulsivo; surge porque hay heridas que aún no han sido escuchadas. En esos segundos en que explotas, no responde tu versión adulta… responde la parte de ti que alguna vez se sintió abandonada, humillada, rechazada o asustada. La rabia es un eco del pasado que todavía pide cierre.
Cuando logras verlo así, algo importante ocurre: dejas de culparte y empiezas a comprenderte. La rabia no es tu enemigo; es la señal que te muestra dónde necesitas sanar. Es una invitación a volver a ti, no a perderte.
Si este tipo de enseñanzas resuena contigo, puedes encontrar más historias como esta en mi libro Respira: 50 cuentos terapéuticos, relatos creados para ayudarte a mirar la vida desde una perspectiva más sabia, más consciente y capaz de generar cambios profundos en tu interior.
Aquí 👇 encuentras el Libro: Respira - 50 Cuentos Terapéuticos
https://sites.google.com/view/randor
