El mundo actual está salpicado de
posibles sarajevos, en Libia, en Macedonia, en Siria, en Ucrania y en el mar de
China. Por supuesto, lo peor nunca es seguro, pero es posible, sobre todo si
nos negamos a preverlo, a analizarlo y a adoptar una estrategia para combatirlo
(Guy Sorman, El
suicidio de Occidente).
¿Logrará Putin lo que no logró
Hitler ni Stalin: poner a Europa a sus pies? Probablemente no. Pero el dañó
político e incluso moral puede ser muy grande (Mires, Europa
y la sublevación anti-liberal).